#SAAPUNSAM, Escuela de Política y Gobierno, home
En la mesa “La economía política subnacional”, lxs docentes e investigadorxs de la Escuela de Política y Gobierno (EPyG) Lucas González y Jacqueline Behrend analizaron las diferencias y similitudes económicas y políticas de los dos países latinoamericanos.
El panel coordinado por la politóloga de la UNSAM Ximena Simpson ahondó en las principales diferencias políticas y económicas entre las provincias argentinas y las comparó con la situación en Brasil. En la década del 2000, los datos internacionales registraron una disminución de la desigualdad social en toda América Latina. En la Argentina, el índice Gini —utilizado para medir niveles de desigualdad— muestra una baja de 10 puntos y en Brasil un notable descenso de 64 a 51 puntos. Lucas González, docente e investigador de la EPyG, aclaró que “aún con el enorme progreso en estos países hay una enorme desigualdad entre provincias”.
El politólogo mostró que la provincia argentina más equitativa es Tierra del Fuego, en tanto la más desigual es Corrientes. Según el investigador, esta diferencia responde a la presencia de elites económicas poderosas del sector agrícola y a estados débiles. “Cuando el poder económico está muy concentrado hay distorsiones en el poder político. A mayor poder de las elites económica en las provincias, mayor resistencia a los procesos de redistribución nacional”, dijo.
González trazó las diferencias entre Corrientes y Chaco, dos provincias geográficamente muy cercanas, pero políticamente muy lejanas: “En Corrientes el grueso de la propiedad de la tierra está concentrado por elites económicas en grandes producciones de yerba, arroz y forestación y el poder provincial frena el control del Estado Nacional en favor de los derechos de los peones de campo. Chaco, en cambio, tiene políticos con grandes trayectorias en la provincia, siempre tuvo sindicalistas en el gabinete y nunca empresarios. Tiene el índice Gini 10 puntos más bajo que Corrientes y mucho más gasto social”.
Jacqueline Behrend, docente e investigadora de la EPyG, aclaró que, tanto en Argentina como en Brasil, existen muchas provincias en las que los gobernadores e intendentes son reemplazados por sus familiares directos al concluir sus mandatos. Estas “dinastías políticas”, se observaron en 11 de las 24 provincias argentinas y en 16 de las 27 brasileñas desde 1983.
“Las condiciones que posibilitan el surgimiento de dinastías políticas tienen que ver con estructuras económicas concentradas, poco peso del Estado en estas economías y la posibilidad de reelección. Son condiciones necesarias, pero no suficientes, porque existe otro factor que son las cuestiones idiosincráticas”, dijo Behrend.
La politóloga diferenció a las “dinastías políticas” de las “familias políticas”, en las cuales un gobernador o intendente tiene familiares en el gabinete. “En las provincias argentinas eso es algo muy común, pero en Brasil todos los gobernadores tienen familiares en sus gabinetes”, concluyó.