“El debate por la legalización del aborto trasciende la discusión del origen de la vida. No interpela esa premisa por más extraño que resulte. Interpela el agenciamiento del cuerpo de las mujeres, su tradición de expropiación por parte de la sociedad, de la lógica del intercambio de la fundación de las sociedades. La ausencia de preocupación social por la manipulación de embriones en los tratamientos de fertilización asistida da cuenta de la hipocresía sobre la que se sustenta el argumento “por las dos vidas”, que pretende más bien sostener el status quo que el discurso patriarcal ha construido para las mujeres”, destacó el artículo.

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Sobre las autoras

María Méndez es licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, psicoanalista e investigadora de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la Universidad de San Martín (UNSAM).

Luciana Carla Calvagno es licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, psicoanalista y miembro del Servicio de Adolescencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.