Organizado por la Escuela de Política y Gobierno (EPyG) de la UNSAM y Asuntos del Sur (ADS), los ejes del conversatorio incluyeron cuestiones vinculadas con las estrategias de las luchas feministas y con la urgencia de una reformulación política para una democracia participativa e inclusiva.

Durante la jornada, investigadoras, docentes e integrantes de diversas organizaciones sociales debatieron sobre el estado actual de la participación política de las mujeres y de otros colectivos históricamente subrepresentados.

La apertura estuvo a cargo de la secretaria académica de la EPyG, Lucía Vincent, quien destacó la importancia de esta actividad del programa Mujeres, Política y Gobierno, cuyo objetivo es fortalecer el liderazgo y la participación política de las mujeres. Vincent también señaló que la Universidad cuenta con una Dirección de Género y Diversidad Sexual, una experiencia pionera en el ámbito nacional que ya fue replicada por otras universidades.

A su vez, Matías Bianchi, director de ADS, subrayó el compromiso de la entidad con la inclusión de la problemática de género en una agenda regional para la construcción de herramientas que permitan distribuir el poder y construir democracias más diversas.

Las luchas y estrategias del movimiento feminista

En el primer panel dedicado al impacto en las agendas públicas y políticas de las estrategias de los feminismos, María Alicia Gutiérrez se refirió al modo “asambleísta” de funcionamiento de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Libre, Seguro y Gratuito, en la que todo se debate, pero que debe pasar a la acción directa. En cuanto a las acciones concretas en el ámbito institucional universitario, Vanesa Vásquez Laba —directora de la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la UNSAM— destacó la creación de los procedimientos y protocolos de actuación para situaciones de violencia dentro de las universidades e insistió en la necesidad de incluir la perspectiva de género en los estatutos. Por último, Mercedes D’Alessandro, integrante de la organización Economía femini(s)ta, llamó a visibilizar y producir datos que muestren los distintos casos de exclusión de las mujeres: por ejemplo, que el 76 % del trabajo doméstico no remunerado es realizado por ellas y no se mide en el ámbito nacional.

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Hacia una democracia incluyente

Moderado por la investigadora de la EPyG Mariana Caminotti, el segundo panel contó con la intervención de Alba Rueda, representante de Mujeres Trans Argentina, quien recalcó que uno de los mayores desafíos para los colectivos trans y travestis es encontrar nuevos modelos explicativos para las modalidades de exclusión que hoy se producen en el mundo. Por su parte, Delfina Rossi, miembro del espacio Buenos Aires 3D, cuestionó los lugares asignados a las mujeres en los partidos políticos y los sindicatos, y recordó que el feminismo, además de las reivindicaciones simbólicas, discute poder. A su vez, el docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador Mario Pecheny planteó dos dimensiones de la politización de las luchas de colectivos subrepresentados: la del reconocimiento de las características estructurales del fenómeno de exclusión y la de la inscripción de una experiencia individual en una narrativa común. El lugar de las mujeres en las instituciones tradicionales de la política ocupó un rol central en el debate. Uno de los puntos más destacados fue el señalamiento de los límites de la ley de paridad de género que se implementará en 2019.

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Participación política de las mujeres: Ver los avances, pero también las deudas

Al cierre de la jornada, las participantes y asistentes escucharon a la filósofa Diana Maffía, quien retomó los aportes de las expositoras e hizo una valiosa síntesis del evento. Docente, investigadora y directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, Maffía opinó que salir del claustro “no es ocuparnos solo de las cuestiones sociales sino dejar que otras palabras ingresen con autoridad epistémica dentro de la construcción institucional, y esto es lo más difícil”. Con respecto al debate en torno a la ley de paridad, la especialista observó que, en toda coalición, tener que cubrir el cupo es “casi un castigo para la minoría y el hazmerreír de los machos del otro partido”. A modo de conclusión, Maffía sostuvo: “Me pareció muy valioso poder ver en este encuentro tanto los avances en términos de participación política democrática como las deudas. Mi valoración es muy positiva”.

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