Escuela de Ciencia y Tecnología, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental
Implementado desde 2015 por la UNSAM y la empresa Recycomb, el proyecto RyVERI de reciclado y valorización energética de residuos industriales se ocupa de la generación de combustibles a partir de residuos industriales no peligrosos. En este marco, estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental del 3iA realizaron pasantías y prácticas profesionales supervisadas.
El proyecto Reciclado y Valoración Energética de Residuos Industriales (RyVERI) está financiado por el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT).
La iniciativa es impulsada por la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) bajo la dirección de su decano, Franciso Parisi. Del proyecto también participan el Instituto de Transporte (IT) y el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) de la UNSAM. El área de trabajo vinculada con el control de las materias primas y el producto —en la que los estudiantes de Ingeniería Ambiental realizan sus pasantías— está supervisada por los profesores del 3iA Roberto Candal, Soledad Villaverde, Hugo Bianchi, Gustavo Curutchet y Diego Martínez Heimann. Por parte de Recycomb participan su director, Ricardo Girolami, y la ingeniera Mariángeles Abdala.
Recycomb es una empresa que se dedica a la generación de combustible a partir de residuos industriales no peligrosos (también llamados RINES, por Residuos Industriales No Especiales). Dicho combustible es utilizado en hornos cementeros, que suelen alcanzar temperaturas superiores a los 1200 grados centígrados —lo que evita la formación de toxinas contaminantes, típicas de los procesos convencionales de incineración de residuos—. Los RINES no pueden reusarse ni reciclarse: una vez procesados y transformados en combustible pierden su calidad de residuo aportando al cuidado del medioambiente.
Los tres primeros pasantes, Lucila Cervantes, Analía Ochoa e Ivan Molina, son estudiantes de Ingeniería Ambiental de la UNSAM. “A partir de este consorcio, los estudiantes del 3iA han podido elaborar un programa preventivo para el mantenimiento de la planta, así como un manual de procedimientos de operaciones”, contó Girolami.
“Otra de las actividades que hemos desarrollado con los pasantes es el análisis en el laboratorio de los residuos que ingresan a la planta. Allí pudieron evaluar el cumplimiento de los requisitos necesarios para su transformación en combustible y, a su vez, analizar el contenido calorífico requerido para ser quemados en el horno. Luego, analizaron el producto ya procesado antes de ser transportado a los hornos cementeros”, detalló Candal.