El área de articulación territorial de la UNSAM acompañó la presentación del libro “Expresos literarios”, realizada en el marco del Taller de Alfabetización de la Unidad N.º 47 del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Por Camila Pérez | Foto: Taller de Fotografía CUSAM
El escritor y músico Daniel Fernández visitó el Taller de Alfabetización de la Unidad Penitenciaria N.°47. El taller es un espacio de formación impulsado y sostenido por cinco compañeros privados de su libertad —tres de ellos, estudiantes de Sociología en el CUSAM—, que ya cuenta con la participación de más de setenta estudiantes privados de su libertad.
Fernández escribió Expresos literarios mientras se encontraba detenido en coautoría con otros tres compañeros que todavía lo están entre marzo y diciembre de 2015. Sucedió en los talleres de lectura y escritura que se dictan en el Centro Socioeducativo de Régimen Cerrado Manuel Belgrano en el marco del Programa de Extensión en Cárceles (PEC) de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires). Allí, jóvenes de entre 18 y 21 años conformaron el colectivo Expresos Literarios, nombre que también lleva la antología.
“Para nosotros la literatura es poder expresarse, imaginar, fantasear, contar experiencias nuestras y de otros. Es poder hablarles a aquellos que no quieren o no pueden ser escuchados. Es sobrevivir y narrar nuestra propia realidad”, explican sus autores.
La visita de Fernández al Taller de Alfabetización generó un clima de esperanza: “Las herramientas de la educación y el arte sirven para denunciar la injusticia social que atraviesa a los sectores más desfavorecidos”, expresó. Benítez también contó que la salida es un momento difícil porque en el barrio todo sigue igual. “Ahí son muy importantes las redes que se hayan podido construir”, señaló.
Luego, entre otras cosas los estudiantes le preguntaron por la experiencia de volver a una cárcel para contar su experiencia, sobre qué lo llevó a escribir el libro y cómo hizo para cambiar su vida. “Más que cambiar de vida, cambié de ámbitos y de actividades. Creo que es muy importante ser auténtico y coherente con uno mismo. En el barrio es difícil superar la desconfianza que nos atraviesa para trabajar juntos. Lo que sí suma es cuando empezamos a ver los resultados del trabajo hecho entre todos: la canción que escribimos, el video que filmamos…”, aseguró Fernández.
Por último, el escritor manifestó: “Todos los jóvenes deberíamos poder ser lo que queremos ser antes de caer presos. Lamentablemente, los centros culturales en los barrios no tienen financiamiento. Todos tenemos algo para compartir, distintos saberes acerca de cómo usar una cámara, escribir una letra, aprender a cantar. Muchos pibes no creen en ellos mismos. Es importante que sepan que pueden aprender a hacer cosas piolas y que tienen mucho para decir”.
Las canciones de Daniel, como “Triste realidad” y “PimPamBoom”, son un testimonio contundente de las violencias que se viven cotidianamente en contextos de extrema vulnerabilidad.