Luis Sandoval estudia Ingeniería y trabaja como administrativo en el ICRyM. Allí desarrolló el brazo electrónico que costará 8 veces menos que lo que cuestan actualmente esas prótesis.
“Al trabajo vienen pacientes con dificultades económicas y se me ocurrió esta idea. Pensé que sería interesante. Así que la gente del Instituto me ayudó con la impresora 3D y el profesor Juan Carlos Mollo con el desarrollo electrónico. La plata para hacerla la puse yo”, le cuenta Sandoval a Clarín.
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