Escuela de Arte y Patrimonio, Lectura Mundi
“Amorfo (Golem)” es la nueva obra de la Compañía Le Fou, que se presentará el viernes 28 y el sábado 29 de octubre en el Campus Miguelete. Su director, Hernesto Mussano, habla sobre el proceso de trabajo con el texto de Gustav Meyrink y de preguntas como ¿qué es la realidad?, ¿qué es el otro?, ¿qué es el yo?.
Por Florencia Arce
“Amorfo (Golem) fue un antes y un después en la vida creativa de todos los que estuvimos involucrados”, cuenta Hernesto Mussano sobre la propuesta que sus compañeros de la Compañía Guillermo Tassara y Joaquín Tato le acercaron hace un tiempo para que la dirigiera. “Los textos Golem, de Gustavo Meyrink, y el Fonambulo, de Michael Foucault, los habían entusiasmado y su convocatoria me pareció encantadora”.
La Compañía lleva estrenadas con éxito de crítica y convocatoria otras obras como La vida es sueño, Trasiegos y Salvajada. Mussano, quien además es profesor de la Licenciatura en Artes Escénicas Focalización Teatro de Títeres y Objetos del Instituto de Artes Mauricio Kagel, aclara que Amorfo (Golem) es una “iniciativa independiente que sale de la Compañía y es auspiciada por la UNSAM”.
¿Cómo empezó el trabajo con la compañía?
Fueron dos años de creación sin guion escrito. La elección de los objetos tampoco estuvo preconcebida; aparecieron en la medida que fuimos investigando los límites del lenguaje entre el teatro de actores y el teatro de objetos. Así, nos metimos en el borde entre lo teatral y lo performático; lo plástico y lo teatral. Estamos atravesados por distintas disciplinas que nos interesan, algo que hace a la emergencia de lo teatral. No hay un argumento lineal, sino que tenemos un desarrollo metafórico de un tema. Todas las imágenes son condensaciones de mucha información que tratamos de desplegar en la medida en que el relato fluye, pero el relato en sí es simbólico, metafórico, de imágenes y de sensaciones.
¿Cómo fue el trabajo con los textos de Meyrink y Foucault?
Empezamos a trabajar sobre todo con el Golem, de Gustav Meyrink. De Foucault, nos quedaron los objetos, que son fundamentales. Las sogas aparecen interconectando y moviendo objetos y actores; generando caminos, divisiones y territorios. Trabajamos por “capas de resonancia”: tomamos materiales que nos resuenan y no necesariamente tienen que ver literalmente con un tema en especial, sino que son como fractales o fugas que, condensados, hacen emerger el signo. Es un proceso metonímico como el de los sueños; es decir, generamos diversos materiales que después se encuentran y construyen una metáfora. De Golem nos enamoró el argumento y, sobre todo, los climas. Tomamos algunos rasgos de la leyenda del Golem que no tienen que ver necesariamente con la novela. La idea tiene que ver con la búsqueda de “sí mismo”, esa especie de desamparo general del ser humano ante la vida, frente al vacío, y todas las reacciones que la búsqueda del sentido y de lo real trae aparejadas.
Trabajaron también con algunos interrogantes clave…
Qué es la realidad, qué es el otro y qué es el yo son preguntas que forman el núcleo central de la obra, que no es intelectual ni literaria. Lo que propone es una construcción a través de lo sensorial, las imágenes, las acciones, los objetos… un mundo onírico en el que un personaje se sumerge para desplegar un plano interior que no es ni más ni menos que la proyección del mundo de los actores y del director.
Día y horario: Viernes 28 y sábado 29 de octubre a las 20:30
Lugar: Teatro Tornavía, Campus Miguelete (Av. 25 de Mayo y Francia), San Martín
Entrada libre y gratuita.