#ComunidadUNSAM, Notas de tapa
La Gerencia de Cultura de la UNSAM invita a recorrer la muestra “Latentes (1976-2016). Un poema contemporáneo a 40 años de la dictadura cívico-militar”, que podrá visitarse hasta el viernes 14 de octubre en el hall de la Biblioteca Central del Campus Miguelete.
Latentes es un homenaje a las víctimas de terrorismo de Estado que busca recuperar la palabra de algunas de las cartas de las madres detenidas/ desaparecidas obligadas a entregar a sus hijos durante el cautiverio a 40 años del golpe cívico militar.
Sobre la puesta, Federico de la Puente, curador de la muestra e integrante del colectivo artístico TENDER, dice: “A 40 años de la última dictadura cívico-militar, 12 artistas trabajan juntos: reflexionan sobre una carta que llega a un niño nacido en cautiverio y que luego es apropiado ilegalmente; generan un torbellino blanco, que llena el espacio de gestos sutiles y casi imperceptibles”.
Latentes (1976-2016) es un proyecto de sitio específico que nos recuerda que todo encuentro es político, en tanto es una relación con el otro; es un hecho que desanda y construye mundos.
Los 120 nietos recuperados son homenajeados en 120 papeles intervenidos por los artistas, en los cuales se atraviesa el tiempo y la lucha por un mundo más justo. Se muestran cartas escritas desde el peor de los cautiverios que contienen y proyectan la construcción de un futuro de libertad plena.
“La invitación es a la reflexión y a la memoria, pero también es un llamado a la acción y al trabajo cotidiano en nuestro tiempo, a la mirada atenta y al pensamiento crítico”, concluye De la Puente.
Integrado por José Arfuch, Lucía Artigas, Florencia Belotti, Alicia Benítez, Sandra Ciccioli, Walter Coelho, Carlos Di Leone, Jimena Geri, Adriana Giacchetti, Adriana Gutiérrez, Marion Jüül y Andrea Trotta, el Grupo TENDER ideó la muestra Latentes exclusivamente para la UNSAM. A continuación, Ciccioli y Benítez comparten su experiencia.
¿Cómo nació el tema de la muestra?
Sandra: Nos enteramos de que la UNSAM estaba trabajando los 40 años de la Dictadura. Consensuamos entre todos tomar este contenido; en principio, cada uno desde su punto de vista, su ideología y su historia personal. Concluimos que la Dictadura y el terrorismo de Estado nos sucedió a todos los argentinos y que no queremos que vuelva a repetirse. Tomamos este tema desde un punto de vista poético y artístico haciendo hincapié en los hijos y nietos recuperados.
Alicia: Fue una carta encontrada la que originó nuestra búsqueda estética. En TENDER tenemos una identidad artística tan singular como la de cada artista plástico que trabaja en soledad. Por este motivo, tuvimos que trabajar con el otro y dejar de ser uno para ser el otro. El elemento motivador fue esa carta que, simbólicamente, era el nexo que unía el adentro y el afuera, el afuera de la lucha y el adentro del horror.
¿Una carta?
S: Fue el disparador. Habíamos hecho una visita a la ESMA, donde hay exhibida una carta de una madre detenida/desaparecida que fue obligada a escribir en cautiverio para entregar a su hijo a los abuelos. Fue la única carta que llegó a destino. Claramente, hubo muchas que nunca llegaron, fueron desechadas, quemadas… A nosotros nos conmovió el tema de la palabra escrita y nos preguntamos qué hacer con todas esas palabras que no llegaron a destino, pero que igual se escucharon a través de los reclamos de las madres y las abuelas. Gracias a esas palabras que uno oía (“¿Donde están nuestros hijos?”), se encontraron 120 chicos.
A: Ese encuentro con los nietos recuperados fue lo que nos ayudó a salir de esa imagen de horror. La primera sensación que tuvimos cuando comenzamos el trabajo estético, primero por separado y después socializado, fue que, por un lado, estábamos los que hablábamos del horror de aquella época y, por el otro, los que dijeron “pero hay nietos recuperados. Son 120 y van surgiendo más”. Los que recordamos aquellos dolores empezamos a entender lo importante de la vida que se había recuperado. Esa fuerza negativa estaba en los que tenemos más edad y vivimos aquella época en militancia, incluso con hijos chicos. Una época de mucho miedo, mucho terror. Los jóvenes se enteraron por nosotros de aquella época. Hubo un crecimiento y ensamblaje muy interesante.
S: En TENDER, todos tenemos edades diferentes, en un arco que va desde los 35 a los 74. Hay una panorama diverso, desde quienes estuvimos presentes hasta los más jóvenes, que aún no habían nacido en ese momento.
¿Cuál es el objetivo de la muestra?
S: El objetivo de la muestra es, básicamente, tomar conciencia de que hay cosas que no se tienen que volver a repetir. Esto no se puede volver a repetir, el Estado está obligado a cuidar a sus ciudadanos. El tema de los hijos y de los nietos, justamente, es el tema más humano y más cercano. Todos tenemos padres, y la mayoría tenemos hijos y sabemos lo que significa ese vínculo. No puede ser que uno no sepa dónde están sus hijos.
A: Hay una denuncia en nuestro trabajo y un “nunca más”. Creemos que el arte es un camino perfecto porque propone un idioma único, que lo van a entender todos.
¿Cuántas cartas componen la muestra?
S: Tomamos una carta como disparador, pero, en realidad, le dimos una poética desde el punto de vista de cada uno de nosotros.
A: La carta es una ficción. El acto creativo tiene algo de despegue y esa base fue la carta.
¿Cómo llevaron al ámbito artístico esa carta?
A: No había emisor ni receptor. La situación era abierta.
S: En un primer momento, decidimos que, desde el registro y la caligrafía, no tenía sentido que cada uno de nosotros tuviera una participación. Hicimos algo muy neutro, blanco sobre blanco o apenas algo de color. Las cartas son palabras lanzadas a un destino incierto.
¿Por qué “Latentes”?
A: Por la idea de vida. Los hijos recuperados están latentes.
S: Lo latente también es algo que está por salir, por descubrirse, por accionar, está siempre presente.