El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, fecha en que se conmemoran las reivindicaciones de los derechos laborales, sociales y políticos que nosotras hacemos cuerpo en el ámbito universitario.

Para reflexionar sobre qué implica el Día de la Mujer, debemos primero recordar sus orígenes. En 1857, las mujeres obreras de una fábrica textil de Nueva York se movilizan para defender sus derechos laborales por un trabajo sin precariedad. Dos años de lucha más tarde, crean sus sindicatos.

En 1910, Clara Zetkin, feminista comunista alemana, impulsa en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Más de 17 países acuerdan con Zetkin, y el año siguiente se realiza el primer 8 de marzo con más de un millón de activistas que marchan por las calles de Europa.

En Latinoamérica, el Día Internacional de la Mujer cobra mayor importancia durante la década de los ochenta debido a la oleada de movilización social y política que azota el continente.

Desde el Programa contra la Violencia de Género sostenemos que la universidad es un espacio que no puede ser ajeno a estas reivindicaciones en contra de las desigualdades sociales. Desde este lugar se posiciona nuestro programa para poder reflexionar, investigar, capacitar, formar y, sobre todo, actuar sobre las problemáticas de género.

Por eso, en esta fecha celebramos la apertura del ciclo 2016 de las consejerías sobre salud sexual y reproductiva, y contra la violencia, y continuamos trabajando en todas las líneas de acción que tienen como horizonte la búsqueda de las equidades de género.

En cuanto al área de formación, impulsaremos por segundo año consecutivo el seminario Historia del Movimiento Feminista y Debates de las Teorías de Género/Transgénero/Queer, se realizarán dos ciclos de capacitaciones contra la violencia de género y se dictará la Diplomatura de Salud Sexual y Reproductiva desde un Enfoque de Género y Derechos Humanos.

Desde la Consejería contra la Violencia, seguimos recibiendo a la comunidad, estudiantil y general, y cooperando con quienes atraviesan situaciones de violencia de género abriendo las puertas de la universidad para fortalecer el vínculo con la sociedad, las instituciones estatales y las organizaciones territoriales.

A su vez, contamos con un grupo de voluntarios y voluntarias estudiantes que acompañan la acción del Programa para afianzar su actividad en el ámbito académico y trabajar tanto en el espacio de consejerías como en el área de sensibilización, desde la que intentamos, a través de actividades variadas, desandar los caminos de la violencia de género que nos atraviesa a todos y todas.

A través de nuestra tarea, todos los días recordamos la lucha que llevaron a cabo las obreras textiles un 8 de marzo de 1857 y que vienen llevando a cabo muchas más mujeres hasta el día de hoy.