CUSam

El CUSAM cerró un año cargado de compromiso y libertad

“Yo estoy con salidas transitorias, los fines de semana me voy a mi casa. Cuando llegan los lunes me quiero matar porque tengo que volver, pero se me pasa un poco la bronca cuando pienso que no estoy volviendo a la cárcel, estoy yendo a la universidad”. Con estas palabras, Martín resume el significado del CUSAM en su vida. Como él, decenas de internos de la unidad Nº 48 de San Martín cerraron un año más de estudio y sacrificio.

Por Gaspar Grieco | Foto: Pablo Carrera Oser

Entrar al CUSAM siempre es impactante: paredes perimetrales altísimas y un olor intenso proveniente del CEAMSE dan la bienvenida a los visitantes, que ingresan por una larga calle. “Permítame su DNI, por favor”, recibe un guardia al final del recorrido, notificado de antemano de la visita. Del otro lado del imponente muro, cuatro puertas de alambre tejido y cerradas con candado se interponen. “Podés venir todos los días, pero a los candados, el alambre y las paredes no te acostumbrás nunca”, cuenta José Luis Gallego, profesor del taller de narración oral. El viernes 18 el CUSAM recibió muchas visitas, con familiares de internos que se acercaron a festejar el fin de año con música, baile y arte.

Tras la presentación del grupo Rimas de Alto Calibre, que tocó algunos temas de su repertorio, la directora del CUSAM, Gabriela Salvini, realizó un balance: “Fue un año muy intenso porque abrimos la carrera de Trabajo Social, que trajo muchos inscriptos y cambió la dinámica del espacio universitario. A su vez, tuvimos la felicidad de poder dar a luz a los primeros graduados de Sociología, así que estamos finalizando el año con cuatro graduados. Estamos muy contentos”.

Waldemar Cubilla, el tercero de los flamantes sociólogos, que comenzó sus estudios en el CUSAM y terminó en el Campus Miguelete luego de recuperar su libertad, tuvo su lugar en el festejo. “Yo estoy agradecido de haber estudiado en cana porque creo que acá está la libertad, porque nosotros todos juntos y organizados, estamos construyendo algo distinto de la cárcel ¡Faca por libro!”,  expresó y fue interrumpido por el ensordecedor aplauso de sus compañeros.

Después llegó el momento que todos esperaban: la entrega de diplomas de los Talleres artísticos y de oficio. Uno a uno, los profesores fueron entregando cada diploma a los talleristas, que  se fundieron en interminables abrazos y posaron sonrientes para las fotos . Cristina Domenech, responsable del Taller de Poesía, afirmó que “la vida a veces te da y a veces te quita. Acá en el CUSAM, sólo te da”.

Al cierre del encuentro, Salvini anunció un plan de ampliación del edificio del CUSAM para el 2016: “Quienes van a trabajar en la construcción de este nuevo espacio son estudiantes que durante dos años cursaron el taller de Construcción en el CUSAM y van a ser trabajadores remunerados. La universidad dignifica no sólo a través de la formación académica y del estudio, sino también a través de establecimiento del trabajo formal”.

Los cuenteros de la libertad

Uno de los momentos más emotivos del festejo fue la presentación del CD de cuentos del Taller de Narración Oral, en el que 9 participantes cuentan sus historias guiados por el profesor José Luis “el mono” Gallego. Esta obra artística repleta de historias de vida y relatos fantásticos es el resultado de todo un año de trabajo en el Centro de Estudiantes Azucena Villaflor, donde se reúnen periódicamente.

“A mí me gusta estar acá, porque esto me saca a la calle y me hace aprender un montón de cosas que no sabía. Aparte yo tengo una hija y nunca le conté un cuento, ni a mis sobrinos, y tengo una banda de historias para contar. No la veo hace 3 años a mi hija, pero ahora cuando la vea voy a saber cómo contarle un cuento”, relata Jorge.

Por su parte, Pólvora, estudiante de Sociología en el CUSAM, define a la institución como un auténtico espacio de resistencia: “Para mí, esto es el centro de la resistencia, donde nosotros tratamos de romper el sistema malo que hay. A 20 cuadras de la casa Rosada la gente duerme en el piso, hay gente que no tiene para comer, que duerme en las plazas. Por eso, nosotros acá adentro resistimos y luchamos”.

En sintonía con este pensamiento, Martín señala que “es un lugar de resistencia pero en base a la educación, en el empezar a darnos cuenta de que hay otra alternativa. Muchos de nosotros no tuvimos otra alternativa más que robar, no pudimos elegir otra vida. Nos equivocamos porque somos personas”.

Por otro lado, Noelia, interna del penal Nº 47 de mujeres de San Martín, que también cursa la carrera de sociología y asiste al taller de cuentos remarca que “estar en el CUSAM te hace sentir bien porque vos estás en la universidad, le guste a quien le guste. A la policía no le gusta porque aprendés cuáles son tus derechos. Pero bueno… les va a tener que gustar”

Finalmente, Larry sintetiza en pocas palabras todo lo que significa el CUSAM: “La educación es todo, porque estaremos presos físicamente, pero mentalmente somos libres”.

Nota actualizada el 28 de diciembre de 2015

Un comentario

  1. PITORCHY dice:

    CUSAM, UN ESPACIO DE RESISTENCIA, A TRABES DE LA EDUCACION LOS QUE PASAMOS POR ALLI NOS DIMOS CUENTA QUE HAY UNA MANERA DIFERENTE DE HACER LAS COSAS EN NUESTRAS VIDAS, GRACIAS A CADA UNO DE MIS CUMPAS, QUE ME AYUDAN A SER MEJOR PERSONA CADA DIA, DIOS LOS BENDIGA

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