Por Matías Alonso

El nuevo curso de Espectroscopia por Ablación Láser (LIBS) de la UNSAM pone a disposición de los alumnos de la UNSAM una técnica novedosa de identificación, análisis y medición de componentes materiales, mediante inducción a plasma por láser. Se trata de una técnica que permite irradiar muestras de materia en cualquier estado de condensación -sólido, líquido o gaseoso- y ofrece múltiples aplicaciones en diversas áreas de investigación (materiales, alimentos, estudios forenses y restauración de obras de arte, entre otras).

A cargo de los químicos Carlos Rinaldi (UNSAM-CNEA) y Jorge Cáceres Gianni (investigador argentino y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, subsidiado por el Programa RAICES para dar capacitaciones en el país), el curso comenzó en agosto en el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA), y cuenta con inscriptos de las áreas de Física, Ingeniería, Biotecnología y Análisis Ambiental.

Entre sus muchas aplicaciones, la espectroscopia láser es usada en investigaciones forenses para agrupar los huesos de diferentes individuos en tumbas comunes, y hacer datación a partir de la relación de cromo identificada en los restos óseos.

En estudios de materiales, organismos como la CNEA utilizan esta técnica para realizar perfilografías en aleaciones para los reactores nucleares, a partir de la determinación del tipo de migración de los distintos componentes de una aleación. La técnica LIBS también se usa para comprobar la calidad del material con el que se hacen las prótesis, ya que permite el análisis rápido y no invasivo del producto que será insertado en el paciente.

Además, especialistas en restauración de obras de arte recurren a esta técnica para conocer la composición química de las obras a recuperar, en virtud del proceso espectroscópico que permite identificar los materiales utilizados.

La técnica LIBS incluso puede ser utilizada en líneas de análisis rutinarios, dado que no es necesario preparar muestras y el daño que la aplicación del láser produce en el material es microscópico. La industria farmacéutica, por ejemplo, lo aplica en medicamentos rotulados como “testeados por láser”, y que fueron debidamente verificados en su composición y calidad.

Si bien la técnica de análisis por ablación láser ya tiene más de 20 años en el mundo, al inicio su adopción por parte de laboratorios de investigación y de sectores industriales enfrentó la necesidad de inversiones en equipamiento superiores a los 200.000 dólares. Hoy, la baja del índice global de costos en el rubro electrónico redujo sensiblemente esa barrera.

Rinaldi, quien se desempeña también como director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Gerencia de Investigación y Aplicaciones No Nucleares de la CNEA, destaca la rapidez con la que se pueden obtener resultados mediante esta técnica y cuenta: “En la Universidad Nacional de Córdoba desarrollamos un sistema para hacer mediciones LIBS de contaminantes atmosféricos en suelo, agua y aire. Hacíamos un agujero en el suelo e insertábamos una fibra óptica con este láser que, conforme va perforando, permite medir y analizar la composición de los elementos. Cuando hay que tomar decisiones en base a si hay o no contaminación, un sistema de este tipo da una respuesta rápida y la toma de decisión puede ser instantánea”.

Rinaldi también aporta detalles sobre el uso de la técnica en la industria de alimentos: “Sirve, por ejemplo, para detectar la adulteración de leche en polvo, que a veces contiene melanina triturada, para el aumento de su volumen. A través de LIBS se puede determinar si lo que se está analizando es leche pura o si tiene productos agregados”.

Informes: curso.laser@gmail.com | Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) UNSAM |Campus Miguelete, 25 de Mayo y Francia | San Martín | Provincia de Buenos Aires