“En el centro del Campus Miguelete de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), al costado del ferrocarril, se erige una enorme carpa blanca de 60 metros de diámetro y unos 12 de altura, que en cuestión de minutos será la protagonista de la noche de luna llena. Hay función de circo, y los espectadores llegan con un entusiasmo inédito: es la muestra anual de la flamante Licenciatura en Artes Escénicas con focalización en Artes Circenses,  que comenzó a dictarse este año, y que junto a la que se cursa en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), son las únicas dos carreras universitarias dedicadas al circo en todo el continente (sólo la Universidad de Puebla, en México, tiene una carrera similar). ‘En los últimos años se ha profesionalizado mucho el ámbito circense, haciendo de esto un arte y además un medio de vida. Son muchos más los chicos que lo consideran una opción a la hora de estudiar. Antes, cuando yo me formé, no había escuela de circo acá, tuve que ir a Cuba con una beca. Y ahora por suerte en nuestro país tenemos esta oferta académica, pública y gratuita. Es un verdadero privilegio’, resalta Gerardo Hochman, director de la carrera circense de la UNSAM, y también titular de la escuela La Arena: ‘El circo es mi vida y mi religión’, resume.”

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