En una columna de Opinión, el decano del IDAES analizó junto a la delegada de la cooperativa de trabajo El Adoquin L.T.D.A., Gabriela Olguín, el fenómeno del trabajo cooperativo y las ferias populares como ejercicio del derecho a la ciudad.
“Como tantos otros afluentes al cauce de la transformación de la historia, los artesanos son trabajadores de la economía popular. Por eso se sumaron al proceso de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Representan sin duda un cambio de paradigma en el mundo del trabajo. Así como reconocer a fines de los ’90 a los desempleados como trabajadores marcó una ruptura política y cognitiva central, reconocer a los trabajadores de la economía popular como un sector nuevo y duradero constituye también un giro crucial para la Argentina y para América Latina. Como todos los trabajadores, aspiran a la dignidad de su actividad y eso implica dejar de ser considerados como ilegales y aceptar que la producción y el trabajo fundan derechos, derechos sobre el espacio público, como recurso y territorio donde convivimos todos.”
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