Juan Gelman escribió su primer poema en 1939, cuando tenía 9 años, y desde entonces no paró. A los 11 publicó en una revista y a los 26 ya había editado un libro, Violín y otras cuestiones. Le siguieron El juego en que andamos, Hechos y relaciones, Hacia el Sur, Carta a mi madre, Bajo la lluvia ajena, En abierta oscuridad, Oficio Ardiente, Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos, Escritos urgentes, y El ciempiés y la araña, entre muchos otros, más de 30 en total.

Nació en Villa Crespo, Buenos Aires. Fue el tercer hijo de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos. Cuando tenía tan sólo 3 años, aprendió a leer. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires y fue uno de los creadores del grupo de poetas “El pan duro”, jóvenes militantes comunistas que buscaban una poesía comprometida y popular. Además, trabajó como periodista en las revistas Panorama y Crisis, y en los diarios La Opinión, Noticias y Página 12.

En 1975 viajó al exterior para denunciar internacionalmente la violación de derechos humanos en la Argentina durante el gobierno de Isabel Perón; al poco tiempo fueron secuestrados sus hijos Nora Eva y Marcelo Ariel. Después de ello Juan permaneció exiliado en lugares como Roma, Madrid,  París, Nueva York y México.

En 2011 Gelman estuvo en la Universidad Nacional de San Martín para hablar de poesía, de las cosas que lo inspiran y de las razones que lo acercaron a la literatura. “Escribir un libro o un poema es como tirar una botella al mar; por ahí llega a las playas de un alma o por ahí, no”, dijo el escritor en el Teatro Tornavía del Campus Miguelete y luego agregó que el periodismo para él fue un género literario que lo ayudó a entender la calle, las expresiones de la gente.

En el taller virtual de poesía,  donde se leen y debaten obras de grandes poetas, se encargaba de elegir a los autores, en su mayoría poetas nacidos en el continente americano como Octavio Paz y Alejandra Pizarnik, o voces menos difundidas a nivel local como Dulce María Loynaz, Blanca Varela o Emilio Adolfo Westphalen. Visitaba con regularidad la Universidad  -la última vez fue a fines de 2013- para reunirse con el equipo y determinar las líneas a seguir en cada edición. En total, dirigió seis.

Gelman, quien se convirtió en uno de los autores más destacados de habla hispana, falleció el 14 de enero en la Ciudad de México, donde vivía hacía ya 20 años.  Por su muerte, el gobierno decretó tres días de duelo nacional.

Para leer las palabras de despedida del equipo del taller de poesía Taller Virtual de Lectura de Poesía “Francisco Urondo”, haga clic aquí.