A pocos días de iniciar las obras de restauración de su nuevo espacio, la UNSAM te invita a presenciar un show sensorial innovador, que busca acercar la música clásica a los más jóvenes a través de una propuesta que incluye VJ y DJ sets (secciones visuales y musicales en vivo).

De la mano de la reconocida curadora e investigadora argentina Andrea Giunta, la Universidad se consolida como productora integral de eventos de este tipo, activando el cruce de disciplinas relacionadas con la música y las artes escénicas y visuales. “Para nosotros, la Universidad debe ser una experiencia transformadora. Como piedra fundacional de nuestro Centro de Arte Experimental este evento es ideal: combina lo mejor de la música clásica con la vitalidad de los nuevos lenguajes”, dijo el rector Carlos Ruta.

Creado en 2006 en Berlín, Alemania, Yellow Lounge recoge el legado de la música clásica para actualizarlo en su forma y contenidos (nuevas tecnologías del sonido y la imagen) a través de la experimentación multisoporte. Con éxito de convocatoria en Europa, Estados Unidos y Asia, ahora se realiza por primera vez en América Latina, con la visita del compositor alemán Sven Helbig, que presentará su disco “Pocket Symphonies” e interpretará en vivo algunos de sus temas, junto al cuarteto de piano argentino Musiké Arte Sonoro. Los acompañarán la VJ Lara Arellano (sets visuales) y Patricio Tejedor (puesta en espacio y diseño lumínico).

El nuevo edificio de la UNSAM, ubicado en Sánchez de Bustamante 75, contará  con un multiespacio para espectáculos musicales, muestras de arte y proyectos de investigación de producciones audiovisuales. Además, en el mismo lugar funcionarán el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CEDINCI), la Fundación Espigas y un área de posgrado e investigación de la Universidad. Las obras de restauración comenzarán en diciembre y se prevé su finalización para fines de 2014.

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Sobre Sven Helbig

Nació en el seno de una familia trabajadora de Eisenhüttenstadt, Alemania del Este. Descubrió la música clásica de casualidad, mientras sintonizaba los canales de una radio de transistores construida por él mismo. Noche tras noche escuchaba a Brahms y Mahler. Comenzó a estudiar clarinete; después de ver Beat Street del director Stan Lathan, el primer filme sobre hip-hop, le siguió la batería. El trabajo de Stanley Kubrick encendió su pasión por el cine, mientras que las partituras de Richard Strauss y Wagner inspiraron su deseo de componer su propia música. Luego de completar sus estudios musicales en Dresde, se mudó a Nueva York, pasó sus noches tocando la batería en los clubes de Greenwich Village tomó un trabajo diurno en el Bronx, pero la posibilidad de convertirse en profesor en la Universidad de Dresde y formar parte allí mismo de la Orquesta Sinfónica lo llevaron de vuelta a Alemania. Allí produjo proyectos musicales como el ciclo de canciones Mein Herz Brennt (Mi Corazón En Llamas), la banda de sonido contemporánea para el filme clásico Acorazado Potemkin y el ballet The Most Incredible Thing (La Cosa Más Increíble) en el teatro Sadler Wells de Londres. También produjo espectáculos multimedia de gran escala en los que combinaba sus propias composiciones con la dirección, como la Hochhaussinfonie (Sinfonía De Gran Altura) y el trabajo coral Da Wird Auch Dein Herz Sein (También Ha De Ser Su Corazón), creado para 250.000 voces en la Church Convention 2011. Compartió proyectos con artistas como Rammstein, los Pet Shop Boys, René Pape, el Fauré Quartet y Snoop Dogg. En 2013 Sven Helbig editó Pocket Symphonies, su primer álbum para el prestigioso sello Deutsche Grammophon.

• Durante su estadía en Buenos Aires, Helbig realizará diversos workshops con los alumnos de música contemporánea de la UNSAM.

Sobre Pocket Symphonies

Las Pocket Symphonies (Sinfonías de Bolsillo) son doce piezas sinfónicas en forma de canciones: breves pero con la inmensidad y profundidad de las grandes sinfonías clásicas, conformando un destacado soundtrack de alta calidad para la vida cotidiana.
Imágenes variadas subyacen las piezas para orquesta y cuarteto de piano. Sin embargo, todas tienen algo en común: son reminiscentes de la música para películas.

Las imágenes sinfónicas de Helbig están relacionadas con sus experiencias de vida. Helbig minimiza la información mientras maximiza la forma, a pesar de los pequeños formatos. Así alcanza a todas las audiencias, porque su credo es que cuando se escribe una sinfonía de tres minutos y medio, se crea automáticamente una canción (el formato más accesible para todos). Pocket Symphonies es la antítesis de lo que suele entenderse en la industria musical como crossover clásico. El álbum, que fue el debut de Sven Helbig en el sello Deustche Grammophon, conforma una obra musical orgánica.