El 11 de octubre a las 18.30, Pablo Seman y Alexandre Roig conversarán en el Aula Tanque del Campus Miguelete con Sebastián Pereyra y Ariel Wilkis sobre sus libros “Política y transparencia” y “Las sospechas del dinero”.
Organizada por la carrera de Sociología del IDAES, en la mesa se debatirán cuestiones relacionadas con la corrupción como problema público y las miradas sobre el dinero cuando se lo ubica entre las clases populares.
Coordina: Esteban de Goris
Sobre Las sospechas del dinero, Ariel Wilkis
Una larga tradición de Occidente -que se remonta a Aristóteles, pasa por San Agustín y llega hasta Marx- ha declarado al dinero culpable de una extensa lista de males. Para decirlo rápidamente: se lo juzga responsable de la corrupción y la desintegración. Viviana A. Zelizer, cuyos trabajos inspiraron las ideas centrales de la presente obra, proporciona una figura clara para describir esta perspectiva: el dinero parece un ácido que disuelve la vida social. Se comprende, por lo tanto, que las sospechas sobre el dinero hayan delineado una de las formas hegemónicas de interpretarlo. Sin embargo, tomar en cuenta el dinero nos permite conectar las experiencias personales con las dinámicas sociales, económicas y políticas. El dinero nos ayuda a descifrar cómo es la vida colectiva de una sociedad. El dinero ocupa un lugar central en la vida personal y colectiva de las clases populares. Esa afirmación desafía las interpretaciones habituales sobre el papel del dinero en el mundo popular. La literatura, el periodismo, la sociología y la historia suelen exponer dos posiciones: o bien el dinero está excluido de la vida popular, o bien se lo tiene en cuenta para exhibirlo como símbolo de degradación moral. Ambas posiciones remiten a la misma concepción.
Este libro sostiene que resulta imprescindible una nueva perspectiva sobre el dinero para comprender la conexión del mundo popular con la dinámica económica contemporánea.
Sobre Política y transparencia, de Sebastián Pereyra
¿De qué hablamos cuando hablamos de corrupción? ¿Puede decirse que quien se mete en política ha sellado un pacto con el diablo? La corrupción irrumpió como problema público en la Argentina durante los años noventa, y ha implicado desde entonces importantes cambios en los modos en que se juzga la actividad de quienes gobiernan. ¿Por qué se modificaron los estándares de evaluación de la política, incorporando controles técnicos y una permanente sospecha preventiva hacia los funcionarios? ¿Quiénes y de qué manera se han dedicado a producir denuncias sobre la corrupción? ¿En qué medida los escándalos que derivan de ellas son el síntoma de un desplazamiento central: de la lucha ideológica que circula por carriles institucionales, partidarios, a la lucha entre liderazgos personalistas que se dirime en el terreno de la opinión pública, del activismo y la protesta?
Aunque desde hace cincuenta años se estudia la corrupción como fenómeno, casi no se ha analizado el proceso por el cual adquirió una centralidad inusitada como problema público en nuestras sociedades contemporáneas. Más allá de los índices cuantitativos nacionales e internacionales, Sebastián Pereyra explora el crecimiento de los movimientos anticorrupción y el surgimiento de verdaderos “corruptólogos” o expertos en la materia, el aumento de los escándalos así como la puesta en marcha de políticas públicas de transparencia en las últimas décadas.
A partir de una investigación sólida y de un enfoque novedoso, este ensayo esclarece aspectos cruciales, como la separación entre gobierno y ciudadanía, el rol del periodismo y de los magistrados, o la brecha entre la nueva política, que recurre a una retórica virginal, y la vieja política. Así, logra desentrañar el modo en que han impactado los discursos de la transparencia y la anticorrupción en nuestra vida democrática, e instalar sugestivas preguntas sobre los ejes de la disputa política actual y sobre el lugar de la representación, la legitimidad, la ley y la moral en esa disputa.