Durante el Encuentro Nacional contra la Violencia Institucional, Jorge Taiana integró un panel junto al diputado nacional Remo Carlotto, Paula Livachtky del CELS, el Procurador Penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, y el director nacional del Servicio Penitenciario Federal, Victor Hortel, en el que se trató la problemática de las prácticas de tortura como instrumentos que sostienen la gobernabilidad del sistema penitenciario.

“La tortura es una práctica social, ya que no sólo es un medio para sacar información o justificarla, sino que también constituye un elemento de disciplinamiento que excede la cuestión de la delincuencia. Se tortura al delincuente porque se entiende que se está autoexcluyendo del estado de derecho; pero además es una forma pedagógica de mantener disciplinado al conjunto de excluidos que hay en la sociedad”, afirmó el director del CIEP.

Además, indicó que las policías provinciales lo que hacen no es combatir sino administrar el delito, y que en esta administración la tortura es un elemento de convocatoria y disciplinamiento sobre todo de los jóvenes. El excanciller también dijo que “el gran problema que hay es penal y es la impunidad, porque una denuncia de tortura es algo casi imposible dado que en el sistema legal argentino hay una actitud corporativa y la Justicia no quiere enemistarse con personas que puedan serle útiles en el manejo de la ley”.

Al finalizar su exposición, Taiana se mostró a favor de los procedimientos de inclusión de las poblaciones carcelarias mediante la educación, el trabajo social, el arte y la cultura, así como también de los monitoreos permanentes en todas las instituciones de encierro -cárceles, institutos de salud mental, cuarteles- para evitar que sean violados los derechos fundamentales.