En esta nota, lxs docentes de la Escuela IDAES Gabriela Benza y Germán Rosati analizan la importancia del censo argentino y los cambios introducidos en la nueva edición.
Los censos de población, hogares y viviendas constituyen el operativo estadístico de mayor envergadura e importancia que realizan los países. Gabriela Benza, especialista en estudios de población y docente de la Escuela IDAES lo puso en estos términos: “El operativo censal implica realizar una cartografía de todo el país, movilizar y entrenar a una inmensa cantidad de censistas, y compilar y procesar un enorme volumen de información. Su propósito es cuantificar y brindar información básica sobre todas las personas que habitan un país en un momento dado, y también cuantificar y caracterizar a todos los hogares y viviendas (es decir, el censo es un relevamiento que brinda información sobre tres unidades: personas, hogares y viviendas)”.
Argentina comenzó a realizar esta tarea exhaustiva en 1869. Hacia mediados del siglo pasado, la ONU recomendó que los censos se realizaran cada 10 años, en los años terminados en cero, para facilitar la comparación internacional. “En Argentina, esta recomendación comenzó a aplicarse desde 1960, si bien no se pudo cumplir en 1991 y 2001, en contextos de crisis económicas, y tampoco en este último censo de 2022, debido a la pandemia”, explicó Benza.
El censo permite conocer cuántas personas habitan el país, cuáles son sus características demográficas y socioeconómicas básicas y su distribución espacial, así como las condiciones en las que viven. “Sirve para saber por ejemplo si la población vive en condiciones de hacinamiento, si tiene acceso a servicios o los materiales con los que están construidas las viviendas; también cómo están compuestos los hogares: cuántos hogares son monoparentales y cuántas personas que viven solas”, ejemplificó la coautora, junto a Gabriel Kessler, de “La ¿nueva? estructura social de América Latina” (Siglo XXI, 2020).
Acerca de la importancia de contar con la información del censo, Benza planteó: “El censo es una herramienta básica para el diseño y la planificación de políticas sociales, económicas y urbanas. A diferencia de las encuestas que se realizan sobre una muestra de la población, el censo es el único relevamiento sobre todos los habitantes del país. Por este motivo, es la fuente de datos que nos dice cuántas personas habitan la Argentina, y es la base de las proyecciones de población que se hacen entre períodos intercensales. La información del censo sirve además como marco muestral de las encuestas probabilísticas y los estudios específicos. Es el único instrumento que permite tener información para todas las unidades geográficas o grupos de población, incluso para los de menor tamaño. Permite conocer cómo se distribuye la población en áreas urbanas y rurales, y cómo evoluciona el tamaño de las distintas localidades”.
En la misma línea, el investigador Germán Rosati aseguró que el censo es necesario tanto para realizar estudios demográficos y analizar la estructura social, como para que funcione todo el sistema estadístico argentino. “El censo aporta insumos fundamentales para la producción de otros datos primarios (tanto del Sistema Estadístico Nacional como fuera del mismo): las proyecciones de población por sexo y edad toman como base datos censales; la información georreferenciada a nivel radio censal de los censos suelen formar parte del marco muestral de la gran mayoría de las encuestas probabilísticas que se realizan en Argentina; además, la información producida por los censos es habitualmente utilizada para calibrar dichas encuestas”, explicó.
Rosati destacó además que “el censo es virtualmente el único operativo que releva información estadística en ciertas zonas del país. Las zonas rurales, de baja densidad poblacional y dispersa generalmente no forman parte de otros relevamientos del Sistema Estadístico Nacional (la EPH, las Encuestas de Gastos, etc.) cuya población de referencia son los aglomerados urbanos”.
Las novedades del Censo 2022
Benza señaló que el Censo 2022 será el primero en contabilizar a las personas según el lugar donde residen el mayor parte del tiempo. “Esto es una diferencia con los censos anteriores que empadronaban a las personas en el lugar en el que habían pasado la noche previa”, explicó.
Otra novedad, es que por primera vez el censo se realizará mediante un operativo mixto, en tanto combinará la instancia presencial con una instancia virtual que permite responder un cuestionario digital autoadministrado. Según el INDEC, la decisión de introducir este cuestionario digital, que fue acelerada por la pandemia, permitirá un recuento más ágil y una difusión más rápida de los resultados.
“El censo también trae novedades por el lado de las preguntas. Las más importantes son la incorporación de preguntas sobre la identidad de género, que permitirán mostrar que la sociedad argentina no es estrictamente binaria, y la ampliación de las preguntas sobre el autorreconocimiento étnico, que en el censo de 2010 estaba restringidas a algunas áreas del país y que ahora se implementarán a toda la población”, analizó Benza.