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Día Mundial del Ambiente: entrevista a Gustavo Curuchet

5 junio | 8:00 - 17:00

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Ambiente, este año las Naciones Unidades lo celebran bajo el lema “Nuestras tierras, nuestro futuro”. Según menciona en su web, la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000 y pronostica que si no se toman medidas urgentes, más de tres cuartas partes de la población mundial se verían afectadas en 2050. Aprovechamos este Día para entrevistar a Gustavo Curutchet, un investigador de larga trayectoria de la EHyS UNSAM.

¿Qué opinión te merece este llamado a promover la restauración del suelo para revitalizar los ecosistemas?

Es uno de los puntos fundamentales que hay que priorizar a todo nivel, global y regional, para que los ecosistemas funcionen y se pueda sustentar la vida. No alcanza solamente con restaurar, hay que conservar, respetar lo que existe para no tener que restaurar. En el lema y el llamado está todo esto contemplado me parece y hay que celebrarlo, restaurar, mantener y respetar. Pero hay que ir mucho más allá de simplemente expresarlo en palabras que se terminan “vaciando” y se transforman en lugares comunes, y por ello pierden todo sentido y fuerza. Hay que retomar su tremendo sentido real en toda su magnitud y significado. La conservación y restauración de los suelos en conjunto con el agua es la clave.

En nuestro país, ante estos escenarios de aumento de sequías y de avance de los procesos de desertificación del suelo ¿Qué pueden hacer las universidades para estudiar estos procesos y fortalecer la capacidad de resiliencia?

El rol de Universidades es fundamental e indispensable para generar el conocimiento sobre los procesos de deterioro ambiental y desarrollo de tecnologías para ser aplicadas en su mitigación y control. Este desarrollo se realiza en todos los niveles desde ciencia básica que estudia muy rigurosamente fenómenos a nivel atómico y molecular que a priori pueden parecer ajenos a una posible aplicación
pero imprescindibles para avanzar en la segunda etapa, desarrollos de ciencia aplicada, desarrollos con diferente grado de novedad de procesos potencialmente aplicables y finalmente el desarrollo de la ingeniería de estos procesos y su bajada a campo y finalmente su aplicación. Son desarrollos totalmente multidisciplinarios que involucran mucha gente y mucho esfuerzo desde diversas áreas del conocimiento. Y aquí es fundamental destacar rol de las ciencias sociales. No se puede realizar un estudio y desarrollo de procesos de contaminación, degradación y remediación desde una perspectiva de las ciencias “duras” solamente sin tener en cuenta a la población afectada. Este diálogo entre diferentes enfoques de la ciencia es muy difícil, aunque por suerte, y en este sentido nuestra Universidad es pionera a nivel mundial, se ha y se está  avanzando mucho.

 

La Universidad sigue siendo (pese a las actuales campañas atroces mal intencionadas en su contra) una institución de gran prestigio que puede articular a diferentes actores en un diálogo que llegue a plantear y concretar soluciones posibles y eficaces. No hay que olvidar tampoco que además de la Universidad, el estado tiene un rol fundamental, ineludible, en la regulación y mantenimiento del ambiente y la sostenibilidad que si es dejado a merced de los caprichos del mercado y en manos de unos pocos poderosos sin escrúpulos disfrazados de buena gente, se verá irreversiblemente degradado y las peores distopías de ciencia ficción que hemos leído se “quedarán cortas” para la descripción del futuro.

 

Contanos un poco cuáles han sido tus proyectos de investigación y de extensión en el 3iA de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad de la UNSAM

En la UNSAM comencé a trabajar en 2002 en la Escuela de Ciencia y Tecnología donde ya paso a paso fuimos concretando diferentes proyectos, entre ellos participamos en la creación del 3iA y finalmente de la EHyS. Hablo en plural porque tengo el privilegio y alegría de trabajar siempre en colaboración con diferentes colegas y amigos/as de manera transversal y multidisciplinaria logrando bastantes éxitos. Entre ellos quiero destacar a Roberto Candal, Silvia Grinberg, Marta Litter, Ricardo Gutierrez y de otras Universidades, Rosa Torres, Sebastián Cavalitto, etc.

El proyecto central siempre fue en mi ámbito el uso de procesos biocatalizados para la remediación ambiental, el tratamiento de efluentes y residuos y la comprensión de procesos ambientales. En este marco tan amplio destacan proyectos que involucran el tratamiento biológico de residuos conteniendo metales pesados, utilizando tecnologías derivadas de la biolixiviación de minerales. Lo hemos aplicado a residuos industriales, sedimentos contaminados, chatarra electrónica y residuos mineros.

Otra línea tradicional ligada a la anterior es la remediación y tratamiento de efluentes líquidos que contienen metales pesados
para lo que se estudian diferentes procesos de separación basado en biomasa de microalgas, hongos o bacterias muchas veces inmovilizadas en soportes novedosos. Y la línea de degradación de compuestos orgánicos recalcitrantes con tecnologías acopladas biológico- procesos avanzados de oxidación o uso de nanopartículas. Todos estos desarrollos han sido llevados en mayor o menor grado a aplicaciones en algunas empresas y en campo, además del impacto en formación de recursos humanos y publicaciones de buen nivel.

Este proyecto se incluye también dentro de diferentes proyectos transdisciplinarios que pusimos en marcha ya hace 14 años en conjunto con Investigadores de la EH, LICH y EPyG de los que hablaremos en el siguiente apartado.

En los últimos años todos los proyectos convergen en un sistema de estudio ideal: El Río Reconquista y sus afluentes que atraviesan zonas altamente pobladas. Estudiamos entonces en profundidad, desde los mecanismos básicos los procesos que determinas el destino y la autodepuración de los contaminantes, la interacción indivisible microoganismos-sedimentos-contaminante hasta cómo aplicar este conocimiento a tratamiento “verde” y novedoso de efluentes y posibilidades de remediación.

Por último, teniendo en cuenta que la UNSAM se emplaza en un territorio caracterizado por la degradación y precariedad ambiental, queremos consultarte ¿cuál es el aporte de los estudios de biorremediación y de tratamiento de efluentes y residuos para abordar la situación ambiental de las comunidades y barrios?

El aporte de la UNSAM a los estudios en territorio es otra de sus características distintivas. Como decíamos en el párrafo anterior, el Rio Reconquista que atraviesa el partido y todos sus afluentes que atraviesan barrios densamente poblados y en situaciones ambientalmente adversas son nuestra base de estudio y aplicación de los desarrollos.

La biotecnología en general y biorremediación en particular tienen, como cabeza de Jano, dos miradas: una hacia lo extremamente complejo que estudiamos y desarrollamos en los laboratorios y otra de una asombrosa simplicidad y belleza y de una enorme factibilidad de aplicación a bajo costo. Hemos aprendido trabajando en campo en conjunto el 3iA con el LICH y EPyG que no se puede estudiar el “sistema” agua, suelo, sedimentos, contaminación… sin tomar en cuenta la población que lo habita: sus vivencias, sus miradas, su conocimiento, sus anhelos. El trabajo en campo con participación de científicos sociales y educadores en imprescindible y de este diálogo de saberes diversos solamente pueden generarse proyectos robustos y aplicables que aporten soluciones, por ejemplo los que hemos desarrollado para el tratamiento integral y “natural” de aguas, suelos y sedimentos a partir de los proyectos que antes mencionábamos transformando cloacas a cielo abierto en “parques de remediación”. Las soluciones que involucran procesos de biorremediación son en particular factibles y económicas porque se inscriben dentro de los mecanismos naturales de autodepuración de contaminación a los que “ayudamos” externamente a realizar procesos eficientes, amigables y de bajo costo.