Un paso importantísimo en la carrera del italiano Michelangelo Antonioni es esta cinta rodada en Inglaterra, basada en un cuento de Julio Cortázar, que tiene como personaje central a un fotógrafo de modas que entre sus fotos descubre las pistas de un posible asesinato. Crítico observador de su época, Antonioni subraya la frivolidad que acompañaba a las vanguardias estéticas de los años sesenta.