Es la tradición del humor inglés lo que permite ilustrar los duros tiempos de la recesión británica (la herencia de la era Margaret Tatcher) con una comedia honesta, fresca y con un ligero sabor amargo que tiene que ver con la situación social de los desocupados que han quedado tras el desmantelamiento de la industria metalúrgica. Para sobrevivir, los muchachos deciden montar un espectáculo de nudismo masculino con sus mujeres en primera fila.
Apta para mayores de 13 años.