Entre los años setenta y noventa la ciudad de Manchester fue la cuna de bandas como Joy Division, Happy Mondays y New Order. Detrás de esta movida estaba Tony Wilson, un periodista de espectáculos que encuentra que su verdadera vocación no es la de criticar lo que hacen los otros sino generar espacios para su desenvolvimiento. Así creo Factory Records, una discográfica, distribuidora, productora y en definitiva una usina musical imprescindible en la historia del rock británico.
Entrada libre y gratuita