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La reducción de la pobreza que tuvo lugar entre 2016 y 2017 estuvo impulsada por la evolución del ingreso proveniente de las jubilaciones y las pensiones. Sin embargo, esta tendencia difícilmente pueda sostenerse en el tiempo.
Semanas atrás, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció que entre los segundos semestres de 2016 y 2017 tuvo lugar una reducción de la pobreza y de la indigencia, cuyos niveles cayeron del 30,3 % al 25,7 % y del 6,1 % al 4,8 %, respectivamente. Según consignó el organismo, la tendencia a la baja de la pobreza se inició durante la primera mitad de 2017 y continuó durante la segunda parte del año.
La auspiciosa noticia invita a indagar en las causas que motorizaron tal evolución. La reducción en el índice de pobreza tuvo lugar durante un año en el que el empleo y los salarios se recuperaron tras la caída que habían atravesado en 2016, aunque no lograron alcanzar los niveles de 2015 (ver Boletín de Coyuntura Sociolaboral #7).
Este informe busca identificar las razones de la caída en los niveles de pobreza y, en simultáneo, evaluar en qué medida esta tendencia es sostenible en el corto y mediano plazo.
Para ver el informe completo, clic aquí.
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