¿Cómo una asociación civil sin fines de lucro puede albergar tradiciones centenarias manteniendo un equilibrio económico y la participación de sus socios? Sobre ese interrogante se basó el conversatorio “River Plate: su modelo de club. Proyecto político y de Gestión” que organizó la Diplomatura en Política y Gestión Deportiva de la EPyG el pasado lunes 19 de agosto en la sede del Club, en el barrio de Núñez. 

Sobre el comienzo de la jornada, Ximena Simpson, Secretaria de Extensión de la EPyG, brindó unas palabras en las que destacó la relación entre la Universidad y el Club: “Es una oportunidad para difundir la importancia de la gestión deportiva como política de y para el desarrollo. Desde la EPyG estamos convencidos de que el deporte es una herramienta que conduce a un mayor progreso social”. A su vez, Gustavo Bruno, vicepresidente del Área de Prensa de River, agradeció la presencia de los asistentes y destacó la “transformación del club desde lo futbolístico y lo estructural”. 

A casi 100 años de la profesionalización de su fútbol, el Club avanza en otro proceso de profesionalización que inició hace algunos años: el de su gestión deportiva. Di Carlo contó que el principal desafío con el que se encontraron fue el de la compatibilidad entre el organigrama dirigencial y el gerencial. “Los dirigentes, electos por los socios, fijamos los objetivos y la visión que la línea dirigencial deberá llevar adelante. No debemos estar en la operación diaria. Cada uno en su lugar, con responsabilidades claras y funcionando de forma armónica”. 

Según el secretario general de la institución, ese proceso fue el principal obstáculo para llevar a la práctica las decisiones que los dirigentes toman de forma estratégica: “Nos llevó mucho tiempo, pero hoy ya está incorporado en la cultura organizacional”. Además, el dirigente analizó que para ello es fundamental “la profesionalización de las áreas, entendiendo que hay que contratar al mejor profesional de cada área y hacer un esfuerzo y una inversión en ese sentido”. 

Sobre el debate de las Sociedades Anónimas Deportivas, el dirigente de River se mostró a favor de las Asociaciones Civiles sin fines de lucro y que para ello “el mayor sostén es estar en equilibrio”. Para Di Carlo, en ese desequilibrio se explica “la falta de autoridad o el déficit que a veces tiene el fútbol argentino” ya que “los clubes están inhibidos, embargados o destrozados”.   

En ese sentido, para Di Carlo “River es la prueba” de que su modelo de gestión puede albergar tradiciones centenarias manteniendo un equilibrio económico y la participación de sus socios. Y, en definitiva, de que las asociaciones civiles funcionan. 

El conversatorio fue moderado por Lucas Varín, coordinador ejecutivo de la Diplomatura en Política y Gestión Deportiva.

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