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Entrevista a Carlos Milani: “La inversión en la gestión de riesgos socio-ambientales ha sido mínima en Río Grande do Sul en los últimos 20 años” 

Ximena Simpson y Lucas Figueroa entrevistaron al investigador del Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro sobre cómo mitigar las causas y los efectos del cambio climático en Latinoamérica, y la importancia de la formación en gestión local de riesgos socioambientales. 

El avance del cambio climático en nuestra región genera una serie de impactos negativos y desafíos en múltiples ámbitos, que incluye el incremento de lluvias intensas, inundaciones, sequías, calores extremos e incendios. Esto requiere pensar y poner en acción estrategias para adaptar los distintos territorios e intentar mitigar estos efectos. 

Lo que se percibe es que el Estado, en sus distintos niveles de gobierno, no cuenta con los recursos necesarios (formación, tecnológicos, financieros) para afrontar este desafío. Este problema se incrementa en nuestro país donde quienes deben dar respuesta ante situaciones de riesgo y desastres socioambientales son los niveles provinciales y municipales (por ejemplo, defensa civil). Además, estos problemas socioambientales impactan de manera diferencial dependiendo del contexto social y económico en donde sucedan.  

A raíz de la inundación que sufrió el estado brasileño de Río Grande do Sul, en Brasil, Ximena Simpson (XS), Secretaria de Extensión e investigadora del Área de Relaciones Intergubernamentales y Política Subnacional de la EPyG, y Coordinadora del Observatorio de Economía y Política Brasil-Argentina (OBRA), junto a Lucas Figueroa (LF), becario posdoctoral, coordinador de la Diplomatura en Gestión Integral de Riesgos Socio-Ambientales e investigador del Área de Ambiente y Política de la EPyG, entrevistaron a Carlos Milani, Profesor Titular de Relaciones Internacionales e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, institución con la cualla EPyG tiene un convenio de cooperación académica.

XS: Brevemente, ¿nos podrías contar cuál es la situación actual del estado de RS? 

En el día de hoy, domingo 26 de mayo, el desastre socio-natural que ha impactado en el estado de RS ha afectado a 469 municipios, hay más de 70 mil personas viviendo en refugios, más de 580 mil personas desplazadas de sus hogares, , más de 800 personas heridas, 56 personas desaparecidas y 169 muertes confirmadas. Son aproximadamente 2,4 millones las personas afectadas. Enfermedades como leptospirosis, dengue y ataques por animales amenazan a la población local. Son casi 400 mil los estudiantes sin escuela. Muchos ciudadanos están sin acceso a agua y energía. Decenas de carreteras están bloqueadas. La calamidad pública ha sido decretada al nivel del estado el 1 de mayo, y fue también reconocida al nivel federal. 

LF: ¿Cuáles son los principales factores que explican el desastre socio-ambiental que impacta al estado de Rio Grande do Sul?  

La emergencia climática es el fenómeno que explica el desastre socio-natural que impacta en Río Grande do Sul. La emergencia climática tiene causas antropogénicas, o sea, provocadas por la acción humana en la gran aceleración del cambio climático, desde por lo menos la segunda mitad del siglo XX. Es un desastre social y natural al mismo tiempo, y una de las cuestiones políticas más importantes es justamente la atribución de responsabilidades. 

LF: Ante la inminencia de las lluvias, ¿Qué tipo de respuestas dio el estado en sus distintos niveles de gobierno para prevenir las posibles consecuencias? 

La respuesta posterior a las lluvias ha sido bastante efectiva por parte de los distintos actores políticos, contando además con la ayuda de la población civil, la solidaridad de otros estados de la federación, actores de la sociedad civil, empresas, e incluso actores de la cooperación internacional. Una de las cuestiones que han sido puestas a los responsables políticos municipales y a nivel del estado de Río Grande do Sul tiene que ver con la ausencia de políticas de prevención, de inversiones en el mantenimiento de sistemas de protección contra las inundaciones, de sistemas de información a las comunidades (sobre todo las más periféricas), y todo esto a pesar de las experiencias recientes con eventos extremos en el estado en 2023. La legislación ambiental del estado de RS, que había sido de vanguardia en Brasil desde los años 1980, con la actuación central de la AGAPAN (Asociación Gaúcha de Protección al Ambiente Natural), ha sido atacada a lo largo de los últimos 20 años.  

Foto AFP

LF: Más allá de este evento específico, a nivel estadual o municipal ¿hay políticas de gestión de riesgos socioambientales?  

No, la inversión en la gestión de riesgos socioambientales ha sido mínima en el estado de Río Grande do Sul a lo largo de los últimos 20 años. Muchas normas ambientales han sido abandonadas gracias a reformas legislativas que han contado con el apoyo de los mismos liderazgos (alcalde de Porto Alegre, gobernador de RS) que hoy se presentan delante de los medios de comunicación como responsables de la necesaria reconstrucción del estado y de muchas municipalidades.  

LF: De modo general, ¿Cómo es la distribución de competencias entre niveles de gobierno en Brasil en la gestión de riesgo vinculado a cuestiones climáticas 

Existe el sistema nacional de protección y defensa civil que articula organismos de defensa civil a nivel federal, estatal y municipal. La protección y la defensa civil son áreas de políticas públicas con competencia compartida entre los 3 niveles de la federación brasileña. Uno de los problemas más graves es que, en los 3 niveles, el principio de precaución no se ha desarrollado lo suficiente como cultura administrativa y estratégica en la gestión de los riesgos socio ambientales. O sea, muy a menudo las políticas de defensa y protección civil son accionadas en los momentos posteriores a los desastres socio-naturales sin una efectiva política transversal de adaptación climática. 

LF: En estos días, Lula anunció una serie de medidas de reparación del desastre socioambiental, ¿esas medidas prevén políticas de prevención de nuevos desastres?  

El programa nacional de mitigación y el de adaptación están actualmente en debate en el Congreso nacional. A nivel federal se tomaron muchas medidas de emergencia en apoyo al estado y a los municipios. Esas medidas involucran distintos ministerios para salvar vidas (humanas y de animales), para refugiar a los individuos que han perdido sus hogares o que han necesitado salir de sus casas a causa de la inundación, y para actuar en materia de salud, en materia fiscal y de renegociación de las deudas (incluso del propio estado de RS, que tiene una deuda aproximada de 100 mil millones de reales). Una vez más, además de la competencia política entre partidos que disputan votos en el estado (las elecciones municipales tendrán lugar en octubre), existe un desacuerdo entre los modos de pensar la concepción y la implementación de políticas públicas socioambientales. Sin embargo, en los espectros políticos más diversos, impera aún hoy un conjunto de visiones del desarrollo que reflejan juegos de suma cero entre crecimiento económico y políticas de protección socioambiental. En el campo de la extrema derecha, imperan visiones que alcanzan muchas veces el negacionismo climático; no obstante, en los campos de la izquierda tradicional impera un desarrollismo de los años 1950 fundamentado en la economía fósil como motor de la economía, como si el mundo de hoy, en términos climáticos, fuera comparable al mundo de la mitad del siglo XX. O sea, en este campo de las izquierdas hay actores de obstrucción climática muy importantes. Eso es lamentable. 

Foto EFE

LF: En la EPyG contamos con una diplomatura en Gestión Local en Riesgos socioambientales porque consideramos que la interacción entre comunidades locales y funcionarios estatales es central para el fortalecimiento de las capacidades estatales y para una planificación eficiente. En Brasil, ¿las políticas de riesgos tienen instancias de participación local?  

Existen foros y consejos previstos en la legislación ambiental brasileña. Hay municipios que han creado, incluso, un Foro municipal de cambios climáticos (como en el caso de Niteroi, en el estado de Río de Janeiro). Niteroi ha sido el primer municipio que ha creado una Secretaría municipal de cambio climático. La ley nacional de gobernanza climática ha sido aprobada en 2009. Sin embargo, los años de Bolsonaro han sido tremendos en cuanto al proceso de destrucción institucional en el campo socio-ambiental. 

XS: Cuando baje el agua: ¿cuál será el mayor desafío que enfrentará el estado de Río Grande do Sul?
El diagnóstico es drástico. Serán necesarios muchos años y muchos recursos financieros para la reconstrucción. Hay estimaciones de 100 mil millones de reales necesarios para reconstruir las infraestructuras destruidas. Sin embargo, la adaptación climática implicará no sólo recursos de inversión financiera, sino también la necesidad de repensar las relaciones entre naturaleza y sociedad en sentido amplio, superar los juegos de suma cero entre crecimiento y sustentabilidad ecológica, revisar los sentidos y las prácticas del desarrollo y de la modernidad. Esos son los retos no solo para RS, sino también para Brasil en toda su extensión.  

XS: Pensando en lo regional, ¿cómo evalúas la respuesta y las acciones de cooperación de los países de la región? ¿Crees que puede ser una oportunidad para el fortalecimiento de la relación entre los países de América del Sur, a pesar de las visibles diferencias entre, por ejemplo, los gobiernos de Brasil y de Argentina?
Creo que las relaciones entre Brasil y Argentina están viviendo una coyuntura crítica, que no es la primera en la historia de las relaciones bilaterales. Es difícil imaginar a Lula y a Milei en proyectos de cooperación climática. Los dos presidentes representan visiones muy distintas sobre el papel del Estado en los modelos de desarrollo. La situación hubiera sido distinta bajo la administración de Bolsonaro. Brasil hoy mira más hacia el norte de América del Sur, en sus relaciones con los vecinos de la Pan-Amazonia. Por razones de visiones de gobierno, pero también por motivo de la geopolítica del cambio climático, Brasil intenta hacer de la cooperación pan-amazónica una herramienta estratégica, no sin muchas dificultades. No creo que la calamidad que atraviesa RS pueda ser un momento de oportunidad para las relaciones bilaterales entre nuestros países. 

 

Sobre el entrevistado

Carlos Milani es Profesor Titular de Relaciones Internacionales e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Políticos (IESP) de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), con quienes tenemos un convenio muy activo de cooperación académica. También es Coordinador del Laboratório de Análise Política Mundial (LABMUNDO), antena Rio de Janeiro y del Observatório Interdisciplinar das Mudanças Climáticas (OIMC), miembro de la red “Climate Social Science Network”, y coordinador do grupo de trabajo “Natural Resources, Energy and Climate Obstruction in the Global South” (CSSN) y Senior Fellow del Centro Brasileiro de Relações Internacionais (CEBRI).

 

Si te interesa capacitarte en la temática, inscribite en la Diplomatura en Gestión Integral de Riesgos Socio-Ambientales.

Escribinos a diplomaturariesgosa@unsam.edu.ar 

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Nota actualizada el 5 de junio de 2024

Un comentario

  1. Orestes Sanchez de Camargo dice:

    Ao final da década de 70, tivemos nas Missões, muitos casos de nascituros sem cérebro, fruto do uso massivo e sem controle de agrotóxicos, especialmente o DDT em lavouras de soja. Esta, que por sua vez, deu ensejo ao desbragado desmatamento ciliar dos rios e cursos d’agua da região. E, como consequência, colhemos o assoreamento dos cursos d’água. O governo militar da época, financiou máquinas e operaçoes para drenagem dos banhados, esponjas do ambiente, de modo a permitir o plantio de soja! Enquanto isso, na Capital Gaucha. pela mesma época, a Borregaard, que produzia celulose, branqueava-a com soda cáustica, cujos resíduos industriais eram despejados in natura no estuário do Guaiba. Além de gerar um mau cheiro no Centro da Capital. Assim como boa parte do esgoto cloacal da Capital ia para o Guaiba. E o quê não era diferente dos procedimentos em São Leopoldo em relação ao Rio dos Sinos e pelo leito do Gravatai pelas cidades que o margeiam. Enquanto isso, a Madequimica em Gravatai, comprava florestas nativas em Piratini e outras cidades do sul, para produção de aglomerado de madeira, com resina formólica. O resultado dessa iniquidade toda por longos anos, da mais absoluta ausência de projetos estruturantes em termos de meio ambiente, deu nisso que Carlo Roberto Milani, um estudioso sério e comprometido, desenha em sua entrevista. Almejo que ela sirva de reflexão aos adiministradores e politicos de nossa explorada e espoleada América, em resgaurdo da sobrevivência das populações afetadas e da própria economia local.

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