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Presenciamos las elecciones en Brasil a través de la mirada de Ximena Simpson

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La secretaria de Extensión de la EPyG cubrió la jornada electoral en Brasil en las que el ex presidente Luis Inácio Lula da Silva, candidato del Partido dos Trabalhadores (PT) superó al actual mandatario, Jair Bolsonaro (Partido Liberal -PL) por poco más de 5 puntos. Como no le alcanzó para ganar en primera vuelta, habrá balotaje el próximo domingo 30 de octubre.

El domingo 2 de octubre se llevaron a cabo las elecciones generales en Brasil, en donde además de elegir al próximo presidente, los ciudadanos del país vecino votaron a gobernadores y vicegobernadores estaduales, miembros del Congreso Nacional, de las Asambleas Legislativas Estatales y de la Cámara Legislativa del Distrito Federal. 

Ximena Simpson se doctoró en Ciencia Política en Río de Janeiro y desde hace 20 años se desempeña como profesora, investigadora de la EPyG-UNSAM. Este último fin de semana viajó a su país y nos dio sus impresiones sobre el clima social previo a los comicios, el desarrollo de la jornada electoral y qué novedades y perspectivas trajeron los resultados. 

De la calma y el miedo a la movilización en las calles

El sábado por la tarde, Ximena recorrió las calles del barrio carioca de Ipanema y se sorprendió por el nivel de movilización política, que contrastaba con el clima de contención en los días previos, y con el llamado a “quedarse en casa” que se venía promoviendo -sobre todo desde el lulismo- a raíz de diversos episodios de violencia contra partidarios de Lula ocurridos en las últimas semanas: “En Ipanema vi mucha gente movilizada de todos los partidos, eso me motivó a acercarme a ellos, presentarme como investigadora y consultarles sobre qué estaba en juego para ellos en estas elecciones”.

En esta jornada pre-electoral, Ximena notó un gran entusiasmo, que pudo corroborar en diversos encuentros con grupos de colegas y de amigos. En efecto, algunas encuestas vaticinaban un posible triunfo en primera vuelta para Lula, quien si bien registraba en promedio un 48% en las intenciones de voto, el margen de error hacía tangible la posibilidad de alcanzar el umbral de la mitad más uno de los votos, ya que Bolsonaro aparecía con diez o doce puntos de distancia. 

Ganó Lula, creció Bolsonaro y se define a fin de mes

En Brasil, el voto es directo a través de un sistema electrónico mediante el cual los votantes deben introducir el número asignado al candidato que desean elegir. A diferencia de algunos reportes de diferentes lugares del país sobre demoras y largas filas para votar, en el centro de votación ubicado en la Universidad Candido Mendes Ximena Simpson pudo ejercer su derecho ciudadano de forma rápida y sin ningún inconveniente. 

En las calles, Ximena observó mucha gente con distintivos, banderas y las caras pintadas. “Algo que me llamó la atención fue la cantidad de gente mayor de 70 años, es decir, personas que no están obligadas a ir a votar, en los centros de sufragio”, nos cuenta la secretaria de Extensión de la EPyG. En sintonía con el clima de polarización política que divide a Brasil -y que es un fenómeno extendido en toda la región- entre partidarios de Lula y de Bolsonaro, Mônica, una votante carioca, le comentó que “esta elección representa una nueva oportunidad para Brasil para retomar un camino de democracia”. “Lula representa la democracia, el cuidado por los pobres, la educación, las políticas públicas. Es quién puede llevar a Brasil al futuro que precisa tener: una nación construida democráticamente”, le dijo otra de las votantes que esperaba por su turno.  

Luego de votar, Ximena se trasladó junto a un grupo de colegas y amigos a la plaza San Salvador del barrio de Largo do Machado, “un reducto de izquierda”, donde se ubica el comité del Partido Socialismo y Libertad (PSoL). “El clima de euforia que se vivía allí cambió cuando aparecieron los primeros resultados”, apunta Simpson. 

Las primeras noticias que llegaban del centro de cómputo echaban por tierra la expectativa de un triunfo en primera vuelta y generaron gran desconcierto y desazón entre los votantes de Lula: mientras aparecían los datos consolidados de los distritos del sudoeste, Jair Bolsonaro aparecía en la delantera por casi 5 puntos, tendencia que se fue revirtiendo hacia las 20:30, a medida que se computaban los sufragios del norte y nordeste del país. 

Sin embargo, pese a que el resultado final marcó un triunfo de Lula por 48,4% contra 43,2% de Bolsonaro, que situó al primero en las puertas del triunfo, casi ningún analista ni encuestadora pudo prever el crecimiento del actual mandatario, quien pudo cosechar el “voto útil” anti PT en desmedro de las terceras y cuartas fuerzas electorales. 

Crece la polarización y se consolida la derecha en Brasil 

De los más de 156 millones de brasileños y brasileñas habilitados para votar, lo hicieron 123 millones, en una jornada que se desarrolló con normalidad y sin grandes tumultos. El porcentaje de la gente que no fue a votar fue levemente superior a las elecciones generales anteriores (2018), mientras que se redujo el volumen de votos en blanco y nulos. 

Desde la vuelta de la democracia en Brasil no se registraba un nivel de polarización tan elevado: entre Lula y Bolsonaro reunieron más del 91% de los votos. Votantes indecisos y/o que manifestaban días atrás votar por Simone Tebet y Ciro Gomes -ubicados en tercera y cuarta posición, respectivamente-, parecen haber elegido apoyar a último momento al candidato del PL. 

En estos dos grupos -indecisos y votantes de terceras fuerzas- parece estar la clave de la definición del próximo presidente el 30 de octubre. “Los votantes de Tebet y Ciro son indescifrables, sin bien ambos dieron su apoyo crítico a Lula, la transferencia de votos no es para nada directa”, nos advierte Ximena Simpson.

Al posar la mirada en los niveles federal y estadual, se verifica la consolidación de la derechización de la política brasileña y del PL como principal fuerza política, al punto de provocar la difuminación del histórico PSDB como partido enfrentado al PT en las últimas décadas. 

Lo mismo sucede en los ejecutivos estaduales, en los cuales se dieron victorias de candidatos bolsonaristas, como en Río de Janeiro -triunfo por más de 30 puntos del bolsonarista Claudio Castro- o San Pablo -ventaja del candidato del PL y es Ministro de Bolsonaro contra Haddad, que se dirimirá en segunda vuelta. 

Para las chances de Lula también será clave observar el comportamiento de votantes que eligieron al histórico líder del PT para presidente, pero votaron a la tercera vía para el gobierno del estado. Es el caso de Minas Gerais – el ‘termómetro’ de la política electoral en Brasil – región en la que el gobernador, Romeu Zema del Partido Novo -partido liberal más cercano ideológicamente al bolsonarismo-, fue reelecto en la primera vuelta, pero Lula fue el más votado en el estado. Zema ya declaró su apoyo incondicional a Bolsonaro, generando mayor incertidumbre acerca del resultado final.

La politóloga, además, llama la atención sobre que la consecuencia más palpable de un triunfo bolsonarista: “El advenimiento con más fuerza aún de una agenda de derecha radical y el empoderamiento de la parte más conservadora de la política de Brasil”. En sintonía con esto, Simpson analizó recientemente en Anfibia que esta elección es determinante para la supervivencia del modelo de democracia liberal y del estado derecho vigente durante los últimos casi 50 años: “Esta amenaza está presente y camina a pasos largos en muchas de las sociedades que son pilares históricos del liberalismo político y del sistema democrático como régimen de gobierno”.

Hacia fin de octubre, la victoria de Lula parece tan cercana como frágil, y esta fragilidad es la incertidumbre propia del proceso democrático que, en un triunfo de Bolsonaro, podría generar un aumento de las tendencias autoritarias en su interior. Pese a ello, Ximena Simpson propone poner la lupa en la dinámica propia del Partido Liberal para matizar el pesimismo: “El PL es el partido de Bolsonaro, pero no es el bolsonarismo. Es un partido prebendario y pragmático que puede llegar a ser un dique de contención de la inestabilidad institucional”.

Ximena Simpson

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Nota actualizada el 5 de octubre de 2022

2 comentarios

  1. Marcelo D'Alencourt dice:

    Muito bom o artigo. Parabéns a Ximena Simpson e a jornalista que o escreveu!

  2. Mônica El Kik Dmasceno dice:

    O olhar atento e perspicaz de Ximena, “fotografando” situações, símbolos, ditos e não ditos, nos levou de volta ao dia em que nós brasileiros tinhamos a esperaca de voltar a sorrir. Mas a luta ainda não terminou. E como dizia Beto Guedes: “Vamos precisar de todo mundo, pra banir do mundo a opressão ….”

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