El ex secretario académico de la UNSAM y actual titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, quien llegó al país en plena crisis institucional, opinó sobre la situación de ese momento.
“La crisis del 2001 fue una experiencia paradojal donde se mezcló el desasosiego de todos, que también me atravesaba como un joven migrante, y a la vez una vitalidad, creatividad y capacidad de organización social descomunal que daba cuenta de un deseo de justicia social”, dijo el investigador.
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