Instituto de Investigaciones Biotecnológicas
La revista científica Science Signaling publicó en tapa el paper elaborado por el equipo internacional dirigido por Lucía Chemes, que había sido dado a conocer como preprint en abril de 2020. El trabajo identificó los mecanismos que podrían iniciar el proceso por el cual el virus del Covid-19 ingresa a las células pulmonares y abre una nueva puerta a posibles tratamientos.
El 23 de abril de 2020, tan solo dos meses después de que el coronavirus se convirtiese en un problema a escala global, una investigación internacional liderada por la UNSAM se publicaba como preprint en la plataforma arXiv. El grupo de trabajo liderado por Lucía Chemes, científica del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB), identificó los mecanismos por los cuales el Covid-19 ingresa al organismo.
Este trabajo, que difundimos bajo el título “Cientificxs de la UNSAM identifican posibles claves de la entrada del SARS-CoV-2 a las células pulmonares”, recientemente fue publicado como nota de tapa en la revista científica Science Signaling, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
Hagamos un poco de memoria y recordemos lo que más se habló en el (in)olvidable 2020: Las células de los alveolos pulmonares tienen en su superficie receptores llamados proteínas ACE2 que funcionan como una especie de filtro con el exterior. El virus SARS-CoV-2 tiene en su superficie una proteína llamada Spike. Cuando el virus entra en el organismo se pega a las células de los alveolos pulmonares y las proteínas ACE2 y Spike se reconocen. Entonces, mediante un proceso llamado endocitosis mediada por receptor, los receptores de la célula permiten la entrada del virus.
El equipo liderado por Lucía Chemes, directora del Laboratorio de Biofísica de Proteínas y Motivos Lineales del IIB, y Toby Gibson, biólogo computacional del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (Alemania), identificó cuáles son las regiones de la proteína ACE2 que podrían facilitar la internalización definitiva y posterior asentamiento del virus en la célula.
“Identificamos que la región interior del receptor de la célula pulmonar, tiene unos elementos funcionales que podrían explicar cómo se inicia el proceso de endocitosis o entrada del virus”, explica Chemes. “Observamos que en esa región intracelular había muchos elementos funcionales que podrían desencadenar el proceso de endocitosis y hasta el momento no habían sido descubiertos”, remarca.
Esos “elementos funcionales” son conocidos como “motivos lineales” —propios de las proteínas intrínsecamente desordenadas—y Chemes y sus compañeros pueden identificarlos como verdaderos arqueólogos celulares. “Nosotros podemos mirar secuencias y darnos cuenta cuál es el motivo lineal que está ahí. Una vez que el virus entra en la célula empieza a replicarse. Identificamos motivos lineales que nos indican qué proteínas específicas podrían estar reclutadas para ayudar a ensamblar estas factorías de replicación”, explica.
Estos hallazgos permiten imaginar posibles tratamientos. “El trabajo es importante para conocer mejor cómo se produce el proceso de endocitosis y que moléculas intervienen. Además, al identificar estas moléculas podemos pensar en una droga que las inhiba para que el virus no pueda completar el proceso. En muchos casos, esto puede lograrse usando una droga que ya existe para un nuevo fin”, completa Chemes.
En diálogo con el periodista Pablo Esteban del diario Página/12, Chemes señaló que estos hallazgos podrían derivar en tratamientos que funcionen como complemento de las campañas de vacunación a escala global: “Ahora todo el mundo está muy enfocado en impedir que el virus ingrese a nuestros organismos. Esa, esencialmente, es la función de las vacunas. Pero no debemos de perder de vista que nunca las vacunaciones son 100% efectivas, sino que deben combinarse con terapias e instrumentos que pueden ser de mucha ayuda para evitar la circulación del virus en la sociedad. Trabajos como el nuestro, que sirven para comprender los mecanismos básicos de ingreso a las células, contribuyen a pensar de una manera mucho más acabada acerca de las terapias que pueden funcionar”.
Del preprint a la revista
En el informe “Preprints: De los papers a los manuscritos vivientes”, publicado el 6 de mayo de 2020, te contamos cómo en épocas de coronavirus las publicaciones científicas preliminares sin revisión de pares tuvieron un auge sin precedentes. Se trata de un fenómeno mundial que posibilitó el avance de la ciencia a una gran velocidad, logrando tratamientos, vacunas y el entendimiento del nuevo virus a un ritmo nunca antes visto.
En el sistema tradicional de revistas científicas, la publicación puede demorar de cuatro meses a un año entre que el científico envía el paper y sus colegas lo revisan. Para acelerar el avance de la ciencia en el contexto pandémico, muchos investigadorxs optan por publicar sus trabajos en formato preprint. “El preprint permite que la nueva información generada por la investigación pueda ser usada por la comunidad científica de inmediato, y no de acá a 5 meses. Además, en este contexto, ya no sería tan relevante dentro de ese tiempo. Nuestro grupo tomó la decisión de seguir ese camino”, dice Chemes.
El paper del equipo liderado por Chemes fue publicado en abril en formato preprint en la plataforma arXiv y llegó a la tapa de la revista tradicional Science Signaling el 12 de enero casi sin modificaciones.