El decano del Instituto del Transporte de la UNSAM caracteriza la hipermovilidad del siglo XXI y analiza las consecuencias de la pandemia en el sector transportista.
“La llegada de la pandemia del COVID-19 pone en jaque al sistema de transporte, en lo inmediato y en sus perspectivas de futuro. El impacto abarca a todos los segmentos, pero es más severo en el transporte de pasajeros, ya que el distanciamiento social y el cierre de fronteras implica minimizar o anular los servicios para reducir los riesgos de contagio y la difusión de la pandemia. Visto desde la operación del servicio, significa una reducción brutal de la demanda, que pone en riesgo la supervivencia de las entidades que brindan los servicios, sean públicas o privadas.”