Por Alejandro Zamponi | Fotos: Pablo Carrera Oser

“El objetivo de este Honoris Causa es subrayar la vida de quien tuvo la osadía de emprender lo imposible”, expresó el rector Carlos Ruta durante la entrega del título de doctor Honoris Causa de la UNSAM a Conrado Varotto, que contó con la presencia de autoridades de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT), además de integrantes de la Comunidad UNSAM. Ruta también destacó “el aliento crítico”, “la lucidez en acción” y “el entusiasmo de raíz” del homenajeado, quien participó de “lo que devino en la naturaleza y la matriz de la UNSAM: una universidad de investigación con más del 65 % de sus actividades dedicadas a la ciencia y la tecnología”.

Luego, Mario Mariscotti ofreció la tradicional laudatio (disponible aquí). En ella, el físico definió a Varotto como uno de los pioneros del espíritu de Silicon Valley en la Argentina: “La creación de INVAP tiene su sello de creatividad y empuje personal inconfundible. El diseño mismo de la nueva empresa (concebida como sociedad del Estado y propiedad de la provincia de Río Negro, con un directorio presidido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y funcionando sin subsidios estatales) se debe a él”, aseguró. Además, entre los éxitos alcanzados por el físico italiano en el país, Mariscotti destacó el desarrollo de la tecnología del Zircaloy, el RA6 y, sobre todo, el uranio enriquecido y la capacidad de adaptación a restricciones internas. “Para sobrevivir, INVAP salió a vender al mundo y tuvo éxito. Logró una experiencia inédita de venta de tecnología propia en la Argentina con los más importantes proveedores internacionales. Me refiero a la serie de reactores nucleares vendidos al exterior. También INVAP supo ampliarse a otras áreas tecnológicas de avanzada como las de los radares y satélites”.

En cuanto a los atributos personales de Varotto, Mariscotti destacó: “Es un hacedor de enorme efectividad, capaz de gestionar expedientes con singular pericia y eficacia. Tiene una inagotable energía y fe en los grandes desafíos y esto lo combina con una humildad y una sensibilidad humana excepcionales. Muy pocas veces lo he escuchado rezongar por algo. Siempre ve el lado positivo de las cosas y creo que, gracias a eso, ha sido capaz de superar los obstáculos más difíciles, que harían claudicar a muchos”.

Tras recibir el título y los agradecimientos, Varotto aseguró: “Sigo agradeciendo a mis padres por traerme a la Argentina. De hecho, hoy siento que es un homenaje también para ellos”. Luego, ofreció la conferencia “Algunas reflexiones sobre eventos y personas que han impactado en el desarrollo nuclear y espacial de la Argentina” (disponible aquí), en la que repasó, por ejemplo, la historia de la creación de la CONAE (resultado de la presión ejercida por Estados Unidos para que la Argentina diera de baja el Proyecto Cóndor) y su vinculación con la NASA. “Aun frente a presiones externas muy fuertes, un Gobierno puede tomar decisiones relevantes para el país y armar esquemas en los que el enfrentamiento se convierta en cooperación”, aseguró. Luego, el físico propuso: “En la Argentina podemos animarnos a cosas bastante avanzadas y alocadas. Aun si fallan, estas pueden dar lugar a situaciones de spin-off que, de otra forma, nunca hubieran ocurrido”.

En esa línea, Varotto planteó que “eventos de tipo tecnológico conllevan a decisiones estatales muy trascendentes” y recordó que el deshielo de las relaciones entre la Argentina y Brasil se produjo a partir de la visita de los presidentes José Serney y Raúl Alfonsín a la planta de Pilcaniyeu, donde la Argentina logró desarrollar tecnología de uranio enriquecido. “La idea de crear el Mercosur surgió durante un viaje en tren desde Bariloche hasta Pilcaniyeu. Allí Serney dijo: ‘Si nos abren estas instalaciones, ¿qué mejor demostración de confianza mutua podemos pedir?’”, relató.

Varotto también señaló que “el desarrollo del Plan Espacial — llevado adelante por la CONAE— le acarrea beneficios al país que superan claramente los recursos que se le inyectan” y subrayó que las universidades cumplen un rol fundamental: “Les pido a los jóvenes que se animen a lanzarse a la aventura de la innovación. Ayuden al país a valorar el fracaso. No tengan miedo al fracaso. El futuro está en las manos de los que se atreven a lo nuevo”.

Entre las autoridades invitadas, participaron el presidente y el secretario general de la CONAE, Fernando Hisas y Félix Menicocci, respectivamente; y Cristina Giambiagi. Por parte de la UNSAM, también participaron el rector electo Carlos Greco; el vicerrector saliente Daniel Di Gregorio; los decanos Livio Gratton (Instituto Colomb), Francisco Parisi (Escuela de Ciencia y Tecnología), Ana María Monti (Instituto de Tecnología Sabato), Jorge Fernández Niello (Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental) y Carlos Almeida (Instituto de Artes Mauricio Kagel); el secretario de investigación, Aníbal Gattone; el presidente de FUNINTEC, Alberto Pochettino; y los directores de la Ingeniería Espacial, Rodolfo Yasielski, y de la Ingeniería en Electrónica, Jorge Sinderman.

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