El CUSAM tuvo su gran momento en la 43.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Aquí, una breve reseña de lo que pasó.
Por Carolina Di Próspero | Fotos: Lenin Olivera
Tras definir el proyecto del CUSAM, cuyo objetivo es garantizar el derecho a la educación tanto de hombres y mujeres privados de libertad como de los funcionarios y funcionarias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), la directora del CUSAM, Natalia Ojeda, y la coordinadora académica, Luciana Strauss, presentaron a los egresados de la carrera de Sociología del CUSAM en el stand UNSAM de la 43.ª Feria Internacional del Libro.
Asimismo, hablaron de la importancia de la educación como camino de la transformación no solo individual sino también social y definieron el marco académico del CUSAM como una”sociología de la experiencia” en la que se evidencia “la tensión constitutiva de los estudiantes: ser investigadores que forman parte del propio objeto de estudio”.
Luego, los estudiantes Pablo Tolosa y Damián Rosas compartieron su análisis del mundo evangélico en la cárcel —las prácticas de sociabilidad en los pabellones evangélicos—, Waldemar Cubilla presentó su tesis sobre el cirujeo en el basural de José León Suárez y Luis Ángel habló del uso de las herramientas sociológicas para la descripción de la vida en la cárcel.
La última participación fue emotiva: Diego Tejerina, aún detenido, fue autorizado por el SPB a participar del encuentro. Allí habló sobre el sentido de estudiar en la cárcel y sobre la puesta en cuestión de la propia identidad. “El afuera comienza a ser parte del adentro y el adentro, parte del afuera”, dijo refiriéndose a su presencia en la Feria del Libro. “El CUSAM —agregó Tejerina—, me aporta un sentido de libertad, algo que siento aun antes de salir del encierro. La educación genera esperanzas”, concluyó.