Por Matías Alonso – Agencia TSS

El Plan Nacional de Federalización de la Energía y la Medicina Nuclear impulsa la instalación de centros de medicina nuclear en hospitales públicos de toda la Argentina, con el objetivo de facilitar la detección temprana y el tratamiento de enfermedades oncológicas.

Para abastecer la demanda de profesionales que genera la puesta en marcha de estos centros, el Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson creó la Especialización en Física de la Radioterapia, que apunta a formar profesionales que conozcan los principios científicos detrás de la aparatología de medicina nuclear.

Esta especialización obtuvo recientemente la aprobación del Consejo Superior de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) –el Instituto Dan Beninson depende de la UNSAM y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)–, y se ofrece como un posgrado de 1 año de duración, dirigido a físicos, químicos y médicos que quieran especializarse en la base científica de un tratamiento de radioterapia y en las metodologías y tecnologías que intervienen en él.

Gestionado por el Ministerio de Planificación Federal y el Ministerio de Salud de la Nación, el Plan Nacional de Federalización de la Energía inyectó una inversión estimada de 4300 millones de pesos entre 2004 y 2016. Comprende la creación de 11 centros de diagnóstico y tratamiento en diferentes provincias, y la renovación de los centros de medicina nuclear del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo y el Hospital de Clínicas José de San Martín, en la Ciudad de Buenos Aires. También prevé la adquisición de equipos para producir radioisótopos y la creación de laboratorios de radiofármacos y de un centro de protonterapia –técnica que utiliza un haz de protones para irradiar el tejido afectado por un tumor–, que será el primero de América Latina y el segundo del hemisferio sur.

Cada uno de estos centros debe contar con cerca de 30 empleados de las áreas de medicina, medicina nuclear, física, ingeniería, química y radioquímica, así como de las ciencias de la computación y otras áreas específicas, entre las que se encuentra la física de la radioterapia.

Ana María Lerner, secretaria académica del Instituto, explica que “en el marco de este plan federal de creación de centros de medicina nuclear en todo el territorio argentino, hacen falta profesionales con una base sólida en diversos aspectos que tienen que ver con la disciplina. Como nuestro Instituto ya tiene bastante experiencia en aspectos que hacen a las cuestiones físicas y químicas de las radiaciones en el área de la salud, nos pareció que ya era hora de tener un posgrado completo”.

Los profesionales inscriptos en la especialización estudiarán las dosis y los blindajes (fantomas) que deben colocarse a los pacientes que necesitan ser irradiados, en base a datos provistos por los médicos sobre el tumor o el tejido dañado que se quiere tratar. La especialidad se cursará en forma repartida entre el Instituto de Oncología Ángel Roffo y el Centro Atómico Ezeiza, perteneciente a la CNEA.

“Nos pareció importante hacer una reingeniería de nuestros cursos para crear una especialización destinada a profesionales que desean tener un posgrado y una formación integral que les permita -con la autorización que corresponde de parte de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN)- desempeñarse en centros médicos, colaborando codo a codo con los médicos que diagnostican y hacen el tratamiento,” dice Lerner.

Si bien la carrera recién será presentada ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) en el llamado de marzo de 2016, las autoridades del Instituto de Tecnología Nuclear Dan Beninson afirman que será una especialización muy solicitada por los profesionales interesados en el área de medicina nuclear, ya que los cursos cortos de esta temática suelen superar su cupo. Como título de posgrado de la UNSAM, estiman que el interés será todavía mayor.