En diálogo con la sección Ciencia, el astrofísico alemán y Doctor Honoris Causa de la UNSAM habló sobre materia y energía oscuras, y sobre su participación en el experimento Pierre Auger para la detección de partículas subatómicas.
“Parece sensato pensar que estas partículas son aceleradas en lo que llamamos núcleos galácticos activos. Es un término que usamos los astrónomos para lo que en realidad es un agujero negro supermasivo. Supermasivo significa cientos de millones de veces la masa del Sol. Es realmente muy grande. El agujero negro rota y desde el centro eyecta materia. Estas partículas están cargadas eléctricamente, de modo que interactúan con campos magnéticos muy fuertes. Al final de la interacción, terminan más energéticos que al principio. Y como el campo magnético no puede detenerlos, vuelan hasta –en algunos casos– alcanzarnos a nosotros. La energía es tan alta que los campos magnéticos desde allí hasta aquí no son lo suficientemente fuertes para detenerlos o modificar su trayectoria, y viajan casi en línea recta. A energías bajas, los rayos cósmicos galácticos sí son alterados por los campos magnéticos y se perciben más como un gas que como un rayo de partículas. A altas energías, van casi en línea recta, de manera tal que puede verse de dónde vienen.”
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