Secretaría de Innovación y Transferencia
El Doctor en Física e historiador de la ciencia disertó en representación de la UNSAM durante una jornada que se realizó el 31 de agosto en la Universidad Nacional de General Sarmiento.
El titular de la Secretaría de Innovación y Transferencia Tecnológica y director del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia y la Técnica José Babini, Diego Hurtado, fue el primer expositor en la jornada transcurrida en el campus de Los Polvorines. Participó de la mesa “Historia y presente de la cultura científica en la Argentina” junto a los divulgadores científicos Carmelo Polino, del Centro Redes, y Eduardo Wolovelsky, de la UBA.
Habló de la institucionalización de la ciencia a partir de la comparación de dos modelos implementados por el Estado y de sus respectivas publicaciones entre los años 50 y 60.
Se refirió así al modelo de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, representada en la figura de Bernardo Houssay, que promueve la libertad de investigación, la autorregulación de las actividades científicas por los propios científicos y estándares internacionales en la producción de conocimiento.
Luego explicó el modelo del gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1955), que estableció instituciones con el objetivo de integrar la ciencia y la técnica a la planificación económica y así dar respuesta a problemas nacionales como energía, salud, recursos naturales, producción y defensa.
El modelo Houssay fue el ganador hacia mitad de los 60 y quedó representado en el CONICET, propiciando el tándem CONICE-universidades, es decir un tipo de ciencia concebido desde las universidades. El otro modelo tuvo, en cambio, su representación en la Comisión Nacional de Energía Atómica –CNEA-.
Citando al antropólogo y filósofo frances Paul Ricoeur, Hurtado sentenció: “Los ciudadanos que no quieren energía nuclear, o minería a cielo abierto, o el uso de glifosato tienen sus argumentos. No hay que convencerlos, hay que dialogar y construir negociando (consensuando) futuros posibles. Una política tecnológica debe incluir esta variable. El conflicto no es una desgracia o un accidente en una democracia, sino la expresión del carácter indecidible de modo científico o dogmático del bien público”.
¿Su conclusión? Que la democracia y sus conflictos están por encima del conocimiento experto y por ende la divulgación científica debe comprometerse con esta agenda y transformarse en lugar dinámico de discusión y debate.
Luego se realizó una entrevista pública a Diego Golombek, biólogo y divulgador. Y más tarde tuvo lugar la mesa redonda “La comunicación pública de la ciencia desde las universidades y centros de investigación”.
“Pueblo y ciencia no se han llevado muy bien a lo largo de la historia y ese es justamente el cambio cultural que queremos promover: la apropiación social del conocimiento”, dijo el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva de la Nación, Lino Barañao, en el cierre del encuentro, al tiempo que destacó que en las universidades jóvenes tal cambio comienza a percibirse.
Las últimas palabras fueron las del rector de la UNGS, Eduardo Rinesi, quien señaló que las universidades deben preguntarse más y mejor cómo divulgar científicamente, ya que no se trata solo de acercar la ciencia al pueblo porque “hoy el pueblo empieza a estar dentro de la universidad”.