“Anfibia es un experimento atrevido que se propone unir dos mundos que hasta hace unos años parecían irreconciliables: la narrativa periodística y la producción académica”, explica el periodista y escritor Cristian Alarcón, director de este innovador proyecto que empezó a gestarse hace un año en el corazón de Lectura Mundi y de cara a la celebración del vigésimo aniversario de la UNSAM.

La revista es digital y está online (www.revistaanfibia.com) desde el lunes 14 de mayo con tres textos anfibios –hechos por un periodista y un académico- en la portada: una crónica de la feria La salada, de Sebastián Hacher y el sociólogo Ariel Wilkis; otra de El arte de vivir, de Violeta Gorodischer y el antropólogo Nicolás Viotti; y un perfil del empresario sojero Gustavo Grobocopatel, en el que trabajaron desde hace varios meses Graciela Mochkofsky y el doctor en Sociología Alexandre Roig.

Otro de los post centrales es un perfil del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni en su versión más desconocida: la de nadador. “Esa es la otra búsqueda de la revista: cuestionar la idea de lo periférico para los medios, de eso que es una anécdota más en cualquier nota y que nosotros hacemos central. Por eso decimos que queremos desmalezar la realidad: nos corremos de los temas de la agenda cotidiana para entrar en una búsqueda de aquello de la contemporaneidad que no está siendo dicho. Lo que nosotros buscamos es detectar, sobre todo en Argentina y América Latina, esas zonas ocultas y oscuras del bosque, tapadas por la maleza de lo último, de la velocidad y de la noticia”, dice Alarcón, maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) creada por Gabriel García Márquez, institución que también apoya la iniciativa de Lectura Mundi.

Planteada como una revista de proyección latinoamericana, Anfibia tendrá además textos de periodistas, escritores y académicos de todo el continente. La primera es una crónica de Corea del escritor mexicano Juan Villoro, ilustrada por un ensayo fotográfico de Martín Caparrós y otros dos textos anfibios de Brasil y Venezuela. Además, hay varias secciones que indagan y reflexionan sobre los fetiches, consumos, prácticas y búsquedas que se dan en la sociedad actual argentina e internacional.

“Anfibia es una apuesta para la narrativa latinoamericana, que desde hace años viene creciendo con impronta propia. Y este proyecto parte de una inquietud mía que hace unos años llevé a la FNPI con otros colegas de distintos países -explica-. Por eso es muy importante que una universidad argentina lo haya encarado. Es un proyecto grande, ambicioso y diferente que sólo podría haber nacido en una institución muy particular, como es la UNSAM, que tiene otra mirada y otra apertura a la innovación”, concluye Alarcón.