El primer hito en la carrera de Dustin Hoffman, quien interpreta a un joven de clase alta recién graduado que se enreda sentimentalmente con dos mujeres que son madre e hija. Icónica película de los años sesenta que pone de manifiesto una liberación en las relaciones sexuales y la decadencia de las clases privilegiadas de los Estados Unidos, conservadoras y moralistas según la ocasión.