Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro

El DiarioAR consultó a Alejandro Dujovne sobre el discurso inaugural de Saccomanno en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

El Director del Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro de la Universidad Nacional de San Martín, Alejandro Dujovne, se refirió al discurso inaugural que el escritor dio en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y expuso lo que considera las debilidades de afirmar que ese evento es un mero evento comercial.

“Afirmar que “es una feria de la industria, no de la cultura” implica postular una escisión semejante a la que busca separar literatura de política. Hablar de libros es hablar, al mismo tiempo, de cultura y comercio. Se trata de dos caras de un mismo fenómeno que viven en tensión, pero que no son excluyentes. Así como hay editoriales, escritores, librerías y ferias que priorizan la rentabilidad por sobre la calidad literaria e intelectual de sus propuestas, hay editoriales, escritores, librerías y ferias que optan por lo opuesto. En ninguno de los dos casos se puede decir que la dimensión cultural o la económica estén ausentes. A través de la edición, es decir, de la selección y conversión de un texto en un libro y de su comercialización en librerías, el mercado ejerce todo su peso sobre la literatura y el ensayo. Si hay libro, hay cultura y comercio. Pero más allá de la discusión conceptual, negarle el carácter cultural a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires por la razón señalada desmerece todo lo que allí sucede, la multiplicidad de eventos y encuentros que tienen lugar en las semanas que dura. De hecho, su programa cultural y su masividad la convierten en un fenómeno bastante único en el arco de ferias internacionales. En vez de impugnar a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en su conjunto, como un puro acto mercantil, hubiera sido más interesante y útil, aunque ciertamente menos efectista, indicar y explicar en qué sentidos es o ha devenido un evento más comercial, en qué sentidos ha perdido densidad cultural.

(…)

En última instancia, el discurso de Saccomanno y las reacciones que despertó revelan al menos dos cosas. Primero, el malestar creciente de buena parte de los y las escritoras acerca de sus condiciones laborales. Segundo, las enormes dificultades de comunicación que tiene el mundo del libro hacia su interior. La desconfianza que tiende a prevalecer en las relaciones entre escritores y editores, entre libreros y distribuidores, entre traductores y editoriales, impiden el conocimiento mutuo, la puesta en común y la búsqueda de soluciones compartidas. Las mejores condiciones laborales para los escritores, pero también para editores, diseñadores, traductores, libreros, etc., dependen menos de porcentajes que del crecimiento del número y la calidad de los lectores, de la ampliación del mercado en zonas del país con pocas o ninguna librería, de la recuperación de mercados externos, y de más traducciones de libros de autores argentinos en el exterior. Y para todo eso, es necesario, primero, superar las prevenciones y suspicacias que limitan las acciones comunes y el despliegue de políticas de largo plazo.” afirmó el director del Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro.

Nota completa, acá.

 

 

 

Nota actualizada el 5 de mayo de 2022

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