Escuela de Humanidades

Relato, memorias y recuerdos de la Psicopedagogía en Argentina

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En la semana del 12 al 15 de mayo de 2014 se realizó, en el hall central de la Escuela de Humanidades, un viaje a los orígenes de la Psicopedagogía […]

En la semana del 12 al 15 de mayo de 2014 se realizó, en el hall central de la Escuela de Humanidades, un viaje a los orígenes de la Psicopedagogía en la Argentina. La actividad, que partió de un pedido de los estudiantes de la carrera, fue retomada por el Programa de Participación Estudiantil (PPEEH) de Humanidades y tuvo como protagonista el relato de las pioneras en el campo de la Psicopedagogía en la UNSAM. Esta serie de entrevistas en vivo se inscriben en el marco de una producción audiovisual que reflejará la historia de la Psicopedagogía en la Argentina, en su aspecto más subjetivo y vivencial. Por tal motivo, el inicio del camino que comenzó a partir del relato de las docentes de la Escuela de Humanidades se abrirá luego a otras profesionales en el campo de la Psicopedagogía, que permitirán (re) construir la historia de esta disciplina.

La dinámica de los encuentros se desarrolló durante las instancias de recreo de la mañana y habilitó a partir de la palabra de las docentes un espacio de escucha y diálogo con las alumnas. La propuesta tuvo como objetivo recorrer los orígenes de una carrera que invita a un permanente aprendizaje y construcción del hombre, entendido como ser cultural complejo y dialéctico.

El primer encuentro fue inaugurado por la licenciada Haydée Echeverría, directora de la Licenciatura en Psicopedagogía de la Escuela de Humanidades de la UNSAM, quien se refirió a los inicios de la disciplina. Haydée se mostró conmovida y emocionada de poder compartir la historia de una carrera que se construyó y resignificó paulatinamente. En ese sentido, su paso por la universidad, a mediados de la década del cincuenta, la encontró como egresada de la Facultad de Filosofía, ya que esta era la única opción que centralizaba los diversos conocimientos propios de las ramas de las humanidades. Su interés, sin embargo, estaba centrado en el nacimiento del conocimiento, es decir, develear cómo nace el conocimiento y desde allí poder aprender.

Carente de marcos de referencias y movilizada por una búsqueda profesional y personal, se interesó por la psicogenética, desconociendo que aquella sería fundacional como base de una nueva carrera. Es necesario retrotaerse 50 años –afirma Haydée- para entender el discurso biomédico y una concepción fuertemente conductista que contextualizaba el conocimiento en ese momento.  En ese marco y dentro del Instituto de Rehabilitación comenzaron a instalarse los temas de la evaluación psicométrica localizados en una pequeña oficina de diagnóstico que aún no se llamaba Psicopedagogía. Se empezó desde ese lugar a evaluar chicos de diferentes escuelas, en ese momento, recuerda haber entendido la inmensa posibilidad que se abría como profesional.

En la década del 60, con el impulso del Psicoanálisis se pensó en la temática de no aprender, no desde el lado biológico sino aquello que obturaba el conocimiento por diferentes variables. La Psicopedagogía debe ser entendida, entonces, como el resultado de una identidad interdisciplinaria, con múltiples abordajes que posicionan el aprendizaje y las diversas dificultades que lo atraviesan. Es por tal motivo -concluye Haydée- que es necesario siempre tener presente los contextos en los cuales se realizan los aprendizajes.

Al finalizar el reportaje, la directora de la Licenciatura en Psicopedagogía brindó una cálida y sabia recomendación a las alumnas presentes: “Mas allá de la necesidad natural y primaria de adoptar un abordaje único, corran el riesgo de abrirse, absorber y metabolizar las diferentes escuelas que atraviesan esta disciplina. Será a partir de esta multiplicidad que conlleva la Psicopedagogía, que cada una de ustedes adoptará la forma y la trayectoria que es definitivamente singular y personal”.

El segundo encuentro, estuvo a cargo de Raquel Gutman, quien se refirió inicialmente a su formación en el campo de la educación, debido a la ausencia de la carrera de Psicopedagogía.

Al igual que tantas otras pioneras que debieron marcar un camino sin marcos, comenzó la búsqueda de su profesión en un contexto de país particular y difícil como fueron las décadas del setenta y del ochenta. En ese momento ya existían diferentes escuelas de Psicopedagogía que se presentaban como una verdadera opción para aquellos que llegaban del campo de la educación pero deseaban acceder a una formación más específica. La Psicopedagogía era entonces sinónimo de abordaje de las dificultades del aprendizaje y era muy difícil pensarse con otra tarea por fuera de dicho enfoque. Respaldada con el impulso del Psicoanálisis y luego centrada en el área de capacitación docente, Raquel construyó su trayectoria formativa con una pregunta inversa: ¿Cómo piensa el sujeto? y desde ese lugar sí podría replantear las dificultades.

Al finalizar el encuentro se le preguntó a la docente los motivos por los cuales había elegido la carrera y manifestó que si bien no podía pensar una respuesta lineal a su elección, tenía en claro desde el comienzo que su interés eran los niños y las opciones eran la docencia o la Psicología y desde allí construyó un camino que le permitió unir ambas. Por último, se refirió directamente a las estudiantes de la carrera con un mensaje alentador: “Ustedes tienen un futuro mucho más claro que hace 40 años atrás pero principalmente a la tarea preventiva que excede a las dificultades de los sujetos y entiende el aprendizaje en un sentido amplio”.

El tercer encuentro tuvo como protagonista a la profesora Susana Ortiz, directora de la Licenciatura en Educación Especial de la Escuela de Humanidades, que hizo referencia a las dificultades y discapacidades que requieren diversos tipos de ayuda. En este sentido, remarcó la importancia de trabajar en la accesibilidad de los contenidos de las propuestas didácticas contemplando a los alumnos como colectivos, pero sin obviar las individualidades.

En el camino del aprendizaje se presentan múltiples situaciones que se relacionan a su vez con diversos obstáculos que se perpetúan a largo plazo. Cada persona- afirmó Susana- es absolutamente singular en sus características, posibilidades, capacidades y dificultades y el contexto interviene en aquello que puede facilitar y dificultar el aprendizaje.

Se refirió al vínculo entre discapacidad y pobreza como una doble situación de vulnerabilidad que exige un desafío y compromiso mayor. En este sentido, la búsqueda de herramientas debe ser entendida y vivida por los profesionales como una experiencia enriquecedora a nivel individual pero, principalmente, para la comunidad en su conjunto.

La profesora Susana Ortiz integra desde la UNSAM la Red Universitaria de Educación Especial (RUEDE), que organiza todos los años una jornada que debate sobre la importancia de la inclusión educativa de las personas con discapacidad. El acceso de todas las personas a una formación es una realidad que atraviesa también los claustros universitarios y exige dar respuestas contundentes desde una concepción de igualdad de oportunidades y justicia educativa. En el contexto de las jornadas realizadas en 2014 en la Universidad  Nacional de Tucumán, un profesor del área de Comunicación, específicamente de la asignatura Fotografía e Imagen, dio al auditorio un ejemplo que la profesora Susana retoma en su entrevista. El docente planteó que en una oportunidad entra al curso con el objetivo de proyectar una película, en ese momento su mirada se detiene en un bastón blanco, un estudiante ciego, sentado en primera fila lo obligó en ese instante a repensar una dinámica que sin intención lo había excluido. El docente, impotente, se acerca al alumno para contarla la supuesta imposibilidad que la dinámica visual propuesta tendría para él, ante su sorpresa, la respuesta del alumno fue “dale play”. Este ejemplo-concluyó Susana- nos recuerda y nos obliga a repensar nuestra propia práctica de diferentes maneras, pautando caminos alternativos que permitan presentar los contenidos a un colectivo inclusivo de alumnos.

El cierre de este camino, que se denominó Relato, memorias y recuerdos de la Psicopedagogía en Argentina, estuvo a cargo de las profesoras Liliana Fonseca y Marta Caballero. Las docentes conversaron acerca de la dificultad de emprender su trayecto formativo en un contexto de país que minaba recursos y diversidades pero que también dio lugar al compromiso con la realidad que se atravesaba y que se hizo extensivo también en el plano de la universidad. En este sentido, para ambas docentes, el ingreso a la universidad fue una apertura al mundo y al propio conocimiento. El camino recorrido desde el inicio hasta la obtención del título les aportó  la dinámica del trabajo en equipo,  la búsqueda de herramientas y líneas de investigación conjuntas que han sabido mantener a lo largo de las décadas subsiguientes.

La formación psicoanalítica en ese momento fue muy fuerte y se quebró la trayectoria más vinculada a todo lo que era rehabilitatorio exclusivamente. El conflicto que atravesaron en este caso, fue la búsqueda por una identidad, la construcción de una disciplina que las ubicara en el campo de la Psicopedagogía y no como un apéndice de la Psicología. En relación a esto, las docentes resumen perfectamente el sentir de esa época: “Nosotras renegábamos de esto e intentamos buscar lo específico de la Psicopedagogía, era esta necesidad de crecer sin modelos, hubo que construir este concepto de ser psicopedagogo. En esta búsqueda cada una fue armando su camino profesional.”

El material filmado durante esta semana de entrevistas en vivo, sumado a otros reportajes realizados a docentes por fuera de la UNSAM, formarán parte de un material audiovisual que permitirá la creación de un proyecto final que registrará en palabras de las pioneras, la historia de la Psicopedagogía en la Argentina.

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Nota actualizada el 23 de mayo de 2014

Un comentario

  1. florencia dice:

    Cada frase de las profesoras fueron realmente increíbles, somos una nueva generación que tenemos mucho por caminar, por construir, por experimentar, etc. Lo que más me encanto fue la firmeza, que siempre la mantuvieron.

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