Houssay

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Un homenaje a Bernardo Houssay en el 126 aniversario de su nacimiento

El 10 de abril la Argentina celebra el día del Investigador científico, en memoria del natalicio del fundador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y primer argentino y latinoamericano galardonado en 1947 con el Premio Nobel de Medicina. El decano del IIB Carlos Frasch recuerda su figura, que da nombre al mayor premio americano a la ciencia, con el que fueron reconocidos tres investigadores de la UNSAM.

Por Camila Flynn.

Bernardo Houssay se recibió de bachiller en el Colegio Nacional de Buenos Aires a los trece años, obtuvo el título de farmacéutico a los diecisiete y seis años después ya era médico, con dos años de docencia en la Universidad de Buenos Aires. A partir de allí, su prestigio como profesor e investigador se expandió en poco tiempo.

“Los resultados de sus investigaciones científicas fueron excepcionales para la época, en cuanto a la concepción de los experimentos fue brillante y original. Pero hay otro costado, tanto o más importante que el primero, que fue el del estímulo de la ciencia a nivel nacional, su interés por la gestión. Houssay luchó por la creación de organismos y academias científicas que hoy son centrales para la organización de la ciencia en el país”, dice Carlos Alberto Frasch, decano del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM e integrante de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. En relación a esto último, Frasch sostiene: “El CONICET es una herramienta que supuso un antes y un después en el campo de la investigación a nivel nacional. Antes hacían ciencia los que podían; con la creación del CONICET se abrió un panorama nuevo, con líneas accesibles de subsidios. Y esto fue consecuencia de su especial visión, interesada en una ciencia disponible, a la mano de todo aquel que tuviera vocación”.

En 1919 Houssay fue nombrado Profesor Titular de Fisiología y Director del Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en donde formó a numerosos alumnos de Medicina, Odontología y Farmacia, que luego envió a perfeccionarse al exterior con la “obligación” de volver al país. Dicho Instituto se convirtió en un centro de excelencia mundial en el área de la investigación científica.

A su iniciativa también se debe la fundación en 1920 de la Sociedad Argentina de Biología y la publicación, a partir de 1950, del Acta Physiologica Latinoamericana, célebre en toda la región. En 1945 publicó el tratado de Fisiología Humana, por el cual obtuvo reconocimientos de la Universidad de Toronto (Canadá), el Royal College of Physicians (Inglaterra), la Royal Society of New South Wales (Australia) y, finalmente, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1947, por su trabajo sobre la influencia del lóbulo anterior de la hipófisis en la distribución de la glucosa en el cuerpo, relevante para el desarrollo de la diabetes.

Poco después, Houssay creó en forma privada el Instituto de Biología y Medicina Experimental, al que se sumó Luis Federico Leloir (Premio Nobel de Química en 1970), constituyendo el Instituto de Investigaciones Bioquímicas, hoy Instituto ‘Luis F. Leloir’. Desde allí llevó adelante más de mil trabajos en endocrinología, nutrición, farmacología, patología experimental, glándulas suprarrenales, páncreas, hipertensión, diabetes y otras áreas abarcadas por la fisiología.

Presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, de la Academia Nacional de Medicina y de la Federación Internacional de Diabetes, Houssay tuvo además la oportunidad de dictar cursos en las instituciones más importantes del mundo, por lo que recibió condecoraciones por parte de los gobiernos de Francia, Bélgica y Chile. En 1958 fue nombrado primer presidente del CONICET y en 1966 recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

Houssay murió en 1971. Un año más tarde, la Organización de los Estados Americanos incorporó el Premio ‘Bernardo Houssay’ para distinguir a los investigadores más importantes del continente americano.

El doctor en Biotecnología y Biología Molecular e investigador de la UNSAM, Adrián Mutto, fue uno de los reconocidos por el premio en 2012, en la categoría investigadores menores de 45 años, en el área Química, Bioquímica y Biología Molecular por su trabajo, junto a otros investigadores del Grupo de Biotecnología de la Reproducción del INTA Balcarce, en el primer bovino bitransgénico obtenido en el país. En 2005, otros investigadores de la UNSAM también recibieron el premio: el doctor y profesor titular del IIB, Juan José Cazzulo, en la categoría Trayectoria del área de Ciencias Biológicas y de Salud; y el doctor y profesor titular de la ECyT, Andrés Kreiner, en la categoría Premio al Investigador Consolidado.

 

Homenaje a Bernardo Alberto Houssay en el IIB-INTECH

Homenaje a Bernardo Alberto Houssay en el IIB-INTECH

 

 

Nota actualizada el 10 de abril de 2013

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