Es la segunda vez que el doctor en filosofía Diego Tatián visita la Universidad en el año. Primero estuvo en mayo, para participar de las actividades que brindó en el Campus Miguelete el filósofo y dramaturgo francés Alain Badiou. Ayer brindó la primera jornada del seminario sobre Spinoza y la política, organizado por el Programa Lectura Mundi de la UNSAM.

Si bien centró su discurso en el filósofo nacido en los Países Bajos, el filósofo cordobés recurrió a conceptos platónicos, aristotélicos y cartesianos a lo largo de las más de dos horas que duró su charla.

Durante el encuentro se explayó sobre la filosofía general de Baruch Spinoza con el objetivo  de brindar las herramientas necesarias a los asistentes para encarar mejor la discusión política de la segunda reunión. Al respecto dijo, a modo de anticipo: “Hay un pensamiento político explícito en Spinoza y esto es una rareza, porque no son muchos los filósofos que lo tienen, pese a que sí son muchos los que han hablado sobre ella. En la filosofía de Spinoza la política es lo central”. Luego indicó que justamente esos conceptos son los que se encuentran en las obras del europeo Tratado teológico-político, que es un libro militante, y en Tratado político.

Tatián también habló sobre la vida de este filósofo del siglo XVII. Contó que su padre era portugués y una autoridad de la sinagoga judía, razón por la cual llegó a Amsterdam, ciudad en la que nació Baruch, tras escapar de la Inquisición. Que sus lenguas maternas fueron el español y el portugués, que el hebreo lo aprendió en la escuela, el holandés en la calle, y más tarde el latín, lengua en la que escribió casi la totalidad de su obra.

Contó además que Spinoza fue excomulgado del judaísmo y que luego de ello no profesó ninguna otra religión. “Las cosas que dan sentido a la vida no son muchas. Una es obvia, la religión, que es un relato que confiere sentido. Pero hay otras dos formas narrativas que responden las grandes preguntas de la vida humana: la política, por lo menos en los últimos dos siglos, y la otra, que es la más frágil, la filosofía, la gran confianza de la Ilustración”, dijo Tatián.

“Yo creo que la operación de Spinoza apuntó a producir una humanidad a partir de la filosofía y de la política, mostrando que no son cosas independientes, que hay un contenido político en la filosofía y un contenido filosófico en la política, un poco anticipando a Karl Marx”, agregó.

Tatián se propuso explicar la principal tesis de Spinoza, la cual entiende al mundo no como algo constituido por una pluralidad de sustancias a la manera aristotélica o cartesiana, sino por una sola sustancia que es causa de sí misma, y que consta de infinitos atributos infinitamente modificados. “Para Spinoza las cosas son modificaciones de una sustancia única. La filosofía de Spinoza es la filosofía del infinito”, dijo.

Esta única sustancia sería Dios para el filósofo judío, pero no en el sentido en que se lo entiende comúnmente, como alguien que puede castigar o premiar. “Su dios no es personal, no tiene voluntad, no tiene entendimiento. No piensa, no entiende ni quiere. El dios de Spinoza no es sujeto, es sustancia; es pensamiento y extensión”, explicó el cordobés.

“Y los cuerpos son modificaciones de la extensión y las ideas, del pensamiento. Spinoza define al alma como idea de cuerpo. Cuerpo y alma para él son lo mismo, ya sea visto desde la perspectiva del atributo pensamiento o del atributo extensión”, dijo.

Además agregó que Spinoza piensa a la sustancia como una fuerza productiva, una potencia, de infinitas cosas en infinitos modos.