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El gobierno bonaerense distinguió al mejor promedio UNSAM 2012

Erika Francescon, flamante licenciada en Ciencia Política con 9.21 de promedio, recibió la distinción de manos del Jefe de Gabinete y la directora de Cultura de Daniel Scioli en La Plata. De nacionalidad italiana, llegó a la Argentina a los 19 años y a la UNSAM poco después. Además de ser estudiante, trabaja en el equipo de gestión del Rectorado.

En un acto presidido por el Jefe de Gabinete del gobierno de Daniel Scioli, Alberto Pérez, y la directora general de Cultura y Educación, Nora de Lucía, los mejores alumnos de todas las  universidades de la provincia de Buenos Aires fueron reconocidos el miércoles pasado.

Por la UNSAM, la galardonada fue Erika Francescon, quien en noviembre recibió su título de licenciada en Ciencia Política. Nacida hace 26 años en Rovigo, una pequeña ciudad italiana próxima a Venecia, Erika cuenta cómo llegó a la Universidad y habla del reconocimiento.

Erika Francescon, mejor promedio de UNSAM en 2012

Erika Francescon, mejor promedio de UNSAM en 2012

 

¿Por qué elegiste Buenos Aires?

Al comienzo fue el amor. Me enamoré a los diecinueve de un cordobés que conocí en Italia y poco tiempo después, sin planes precisos, quise ver qué pasaba acá. Vine, me gustó y terminé construyendo toda mi vida. Yo venía de hacer un bachillerato científico, que abarcaba matemática y física, pero también mucho latín y literatura. Una formación bastante completa que me permitió decidir qué hacer con tranquilidad. Ya en Buenos Aires, decidí hacer el primer año de la carrera de Estudios Orientales en la Universidad del Salvador. Yo había hecho un viaje de intercambio a China y su cultura me interesaba mucho. Pero después tuve una crisis personal y resolví anotarme en la UNSAM, por sugerencia de un profesor que la recomendó como un espacio nuevo y valioso.

¿En qué año ingresaste?

En 2007, con la primera cohorte de la carrera, que empezó hace cinco años. Fui llevando el plan de estudios a tiempo y me recibí en cuatro años y medio. Fue peculiar porque las materias arrancaban junto con nosotros, que éramos los primeros en cursarlas.  Nos desarrollamos con la carrera y la carrera se desarrolló con nosotros. Hubo un feedback muy constante con los profesores, que querían saber cuáles eran nuestros intereses y preferencias, o si teníamos sugerencias para mejorar el plan de estudios… La verdad que la cercanía con los profesores siempre fue muy marcada. Lógicamente, el grupo era muy chiquito y eso permitió que pudiéramos conocernos de cerca. Los que fueron mis profesores ahora son amigos con los que puedo salir a tomar algo. Nos divertimos muchísimo, sobre todo porque fuimos partícipes de la creación de la carrera.

Y te recibiste con honores…  

¡Sí! Aunque hasta que me lo dijeron ahora no recuerdo exactamente el promedio porque nunca miré en detalle el analítico. Así que este premio fue una sorpresa; de hecho no sabía siquiera que existía. Quedé impactada cuando me avisaron, fue una sorpresa muy placentera. Aunque también me da mucha cosa aparecer en actos públicos, galardonada… (risas)

¿Cuál fue el tema de tu tesis?

Retomé algo que había quedado pendiente de mi adolescencia y de mi primera carrera, que era mi interés por Oriente, sobre todo China. Elegí un tema bastante extraño para la currícula de una Ciencia Política latinoamericana. Trató sobre el concepto de legitimidad en el Estado comunista chino, con un argumento complejo y que no se había visto en la carrera. Fue un trabajo bastante autodidacta. Pero el tema me apasionaba mucho y seguí adelante.

¿Estás con planes de hacer algún posgrado?

2012 me lo tomé como un año sabático. No quiero hacer por hacer, tengo muchas ideas pero aún no me decido por ninguna, tiene que ser algo muy sentido. El primer instinto es hacer muchas cosas a la vez, pero a menudo no funciona. Hasta que no surja la elección del tema por sí sola, que es como yo normalmente elijo, no voy a empezar nada. Vamos a ver si el verano me deja consejo, como el sueño.

¿Cómo fue estudiar en la UNSAM?

Creo que, por excelencia, es un lugar de oportunidades. Llegué a la Argentina sin conocer a nadie, no tenía familia ni amigos. Tener todo por hacer obviamente tiene sus desventajas, pero si uno encuentra lugares que dan la oportunidad de mostrar quién es uno, la satisfacción es enorme. Yo llegué a tener una vida muy completa gracias a espacios como la UNSAM, que te permite construirte en el proceso de su propio desarrollo.

Nota actualizada el 17 de diciembre de 2012

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