Resumen: En la actualidad el hombre se ha constituido en el principal agente de promoción de los cambios en el ambiente. Las actividades extractivas de los recursos naturales, los cambios en el uso del suelo y los modos actuales de producción son en gran parte responsables de la degradación y/o pérdida de la calidad ambiental.

La ecotoxicología contempla el estudio de los efectos biológicos de los xenobióticos sobre especies representativas de los ecosistemas, mediante bioensayos de toxicidad en laboratorio, y provee herramientas de diagnóstico realistas, que se ajustan a las necesidades actuales, facilitando la toma de decisiones ante los problemas planteados por la contaminación. Los bioensayos de toxicidad constituyen una herramienta sumamente útil para evaluar la salud ambiental de un ecosistema y el riesgo potencial a la exposición de sustancias químicas de diverso origen.

Los anfibios representan un componente clave de muchos ecosistemas, ocupando un lugar estratégico en las tramas tróficas, con formas acuáticas y terrestres. La declinación en las poblaciones de anfibios y la alta incidencia de malformaciones encontradas en organismos a nivel mundial, ha aumentado considerablemente la atención sobre los mismos en los últimos tiempos. La declinación de sus poblaciones podría dificultar el manejo de los ecosistemas sobre bases sustentables. La piel de los adultos, los epitelios de revestimiento de las larvas y las membranas de los huevos son altamente permeables a los contaminantes. Los estanques, charcas temporales situados dentro o alrededor de las áreas productivas pueden recibir nutrientes y pesticidas como consecuencia de la deriva o el lavado, éstos se acumulan en las charcas y resultan en altas concentraciones durante la primavera y el verano, coincidiendo con la época reproductiva y las etapas altamente susceptibles del ciclo de vida de estos organismos.