Por Gaspar Grieco. Fotos: Pablo Carrera Oser. Video: Equipo de Comunicación Audiovisual

El Centro Regional de Ablación e Implante Norte (CRAI Norte) está ubicado dentro del Hospital Interzonal General de Agudos “Eva Perón” de San Martín. Los profesionales que integran la unidad de alta complejidad se especializan en cirugía y tratamiento de pacientes trasplantados con órganos sólidos, como hígado, renopáncreas, riñón y córneas.  

Desde hace 18 años, Nora Ibáñez trabaja como enfermera en la institución. Tras coordinar durante 14 años el área de enfermería de trasplante, hoy realiza tareas en la farmacia del lugar y con sus 63 años solo espera la devolución y nota de su tesis de grado para recibirse de Licenciada en Enfermería en el Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (ICRM) de la UNSAM. “Lo mejor que me pasó en la vida: estudiar en la UNSAM”, dice.

¿Cómo es ser enfermera en el área de trasplantes?

Este trabajo es hermoso porque viene el paciente con toda la expectativa de ser trasplantado y cambiar su vida y lo que hacemos es cambiarle la vida. Es muy hermoso y la enfermería tiene mucho protagonismo. Capacitamos mucho acá porque no hay mucha enfermería de trasplante en la provincia y los pocos que hay tienen miedo de venir a trabajar acá. Pero ver salir a un paciente trasplantado y bien es lo mejor que te puede pasar.

Además, quienes están las 24 horas los 365 días del año con los pacientes son lxs enfermerxs..

Cuando trasplantan a un paciente, la que se da cuenta qué es lo que está pasando el paciente es la enfermera. El enfermero está permanentemente con el paciente y sobre todo en un posquirúrgico inmediato. Obviamente el médico tiene protagonismo, pero el protagonismo más importante es la enfermería, por eso tiene que estar bien capacitada, para ver las intercurrencias que tienen los pacientes y estar en estado de alerta permanente. Los trasplantados son pacientes muy complicados que necesitan mucha atención por parte nuestra.

¿Cómo es hoy un día habitual en tu trabajo? 

Ahora, por mi edad, trabajo en la farmacia. Tengo 63 años. Pero cuando era coordinadora de enfermería era estar todo el día a full, porque siempre pasa algo y más si hay falta de personal, que es lo que está pasando ahora. Tenemos muchos pacientes por guardia más los internados, que a veces está lleno, y se complica porque no tenemos personal de enfermería suficiente. Pero bueno, se hace lo que se puede. De todos modos, aún con falta de personal se trabaja de la mejor manera (son 11 enfermeras entre los tres turnos para atender 12 camas de terapia intensiva y la guardia). Al paciente nunca le falta atención. En absoluto. Porque la gente que trabaja acá está muy comprometida con el lugar y eso es hermoso. Los pacientes se van contentos y vienen y nos agradecen a los enfermeros, porque enfermería está al lado, al pie. Ese es el factor fundamental de cualquier hospital, porque si no hay enfermeros no se puede abrir el hospital, pasa lo mismo con las mucamas, los médicos y el personal administrativo. Todos somos fundamentales. Y nosotros queremos que se ponga más personal para optimizar la atención de enfermería.

¿Cómo es en la actualidad la situación de la enfermería en relación a cantidad de personal y salarios?

Hay poco personal. Nosotros pedimos, pedimos y pedimos, pero no sé por qué motivo no nos mandan desde CUCAIBA (Centro Único Coordinador de Ablación e Implante, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires). Mandan poco personal, además de que los nombramientos tardan un montón y eso nos complica mucho, porque si yo ingreso a una persona tengo que mandar el expediente a La Plata, pasa por un montón de lugares y puede tardar más de seis meses. Pero bueno, acá hay muy buena predisposición de enfermería que va cubriendo las falencias de los turnos. Además, muchos enfermeros tienen miedo de trabajar en trasplante. Es verdad que no es como una terapia intensiva polivalente, pero no hay que asustarse, por el contrario, es capacitarse, tener ganas de trabajar y comprometerse con el paciente.

¿Cómo fue el trabajo durante la pandemia?

Fue muy difícil, porque nosotros no estábamos preparados para una pandemia. Se fue organizando de a poco. Empezamos a leer las recomendaciones de la OMS para saber como aislar a los pacientes, cómo separar, cómo vestirse, cómo desvestirse. Acá se estuvo practicando mucho eso, porque el paciente trasplantado necesita más que cualquiera de las medidas de bioseguridad, porque son pacientes inmunodeprimidos. Fue muy complejo adaptarnos a un cambio tan drástico. Fue terrible.

Este 2022 estuvo en discusión y en agenda la cuestión salarial del personal de salud, que tanto trabajó en los dos años de pandemia dura.

El salario es bajo. Enfermería siempre fue postergada. Yo soy enfermera hace 40 años y nunca tuve un salario como la gente. En la pandemia, cuando todo el mundo nos aplaudía, nosotros seguíamos cobrando igual. Pero eso no pasa solo en este Gobierno, pasó en todos los gobiernos. Somos los postergados del sistema de salud. Lo que pasa es que tampoco es unida la enfermería, porque si se une en un reclamo arrasa con todo.

¿Qué herramientas te brindó la UNSAM para desempeñarte en tu trabajo?

La UNSAM me dio todas las herramientas. Si bien yo ya era enfermera y sabía la práctica, me dio la teoría lo cual es fundamental, porque la teoría y la práctica van juntas. Me dio las herramientas para perfeccionarme científicamente y para fundamentar lo que hacía. Yo estoy totalmente orgullosa de la Universidad. Viví los mejores años en la UNSAM y la pasé re bien. Son todos elogios a los docentes, los compañeros, la contención. No tengo palabras para agradecer.

¿Qué te motivó a estudiar la licenciatura en la UNSAM siendo enfermera hace tantos años?

La licenciatura era una pendiente en mi vida. Siempre quise estudiar, pero tuve que trabajar mucho, después tuve un hijo y otras cuestiones, y bueno, se complicaba. En el año 2017 dije “la tengo que hacer”. Yo me estoy por jubilar, no es que lo hice porque quiero algo superior, lo hice porque siempre fue una cuota pendiente en mi vida. Después de jubilarme aspiro a la docencia, que me encanta. Yo ya estoy en la recta final de mi camino, pero quería más conocimientos y saldar esa cuota pendiente. Lo mejor que me pasó en la vida: estudiar en la UNSAM. 

¿Qué consejo le darías a los estudiantes de la Licenciatura en Enfermería y a los chicos que están dudando en estudiar esta carrera?  

A los chicos les digo que no abandonen, que tengan constancia, que es una carrera hermosa, que van a tener contención, que obviamente es duro porque es una carrera universitaria, pero es hermosa. Cuando alguien se va de alta y te agradece es inexplicable lo que se siente, al igual que cuando alguien fallece que vienen los familiares y te abrazan. Yo no podría hacer otra cosa que no sea enfermería. Les pido que no abandonen, que pidan ayuda y que tengan vocación y empatía con el enfermo, por sobre todas las cosas.