LICH - Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas

Un autor central para la historiografía contemporánea

El investigador del LICH Claudio Ingerflom presenta el libro El concepto de Estado y otros ensayos, una antología de artículos del gran historiador alemán Reinhart Koselleck, quien fue, a fines de la década del sesenta, uno de los iniciadores de la escuela de Historia Conceptual.

*Claudio Sergio Ingerflom

Reinhart Koselleck (Görlitz, 1923-Bad Oeynhausen, 2006), autor de los ya clásicos Kritik und Krisis (1959) y Preußen zwischen Reform und Revolution (1981), publicó además una larga serie de artículos teóricos gracias a los cuales su nombre se encuentra hoy asociado indisolublemente a la llamada “escuela alemana de historia conceptual” (Begriffsgeschichte), que inició a fines de la década de 1960 junto con sus antiguos maestros Otto Brunner y Werner Conze.

Koselleck fue el iniciador y principal responsable del Geschichtliche Grundbegriffe. Historisches Lexikon zur politisch-sozialen Sprache in Deutschland, un monumento historiográfico desarrollado en ocho grandes volúmenes (Stuttgart, 1972-1997). El Lexicon es hoy un texto de referencia clave para los historiadores. Su objeto era, prioritariamente, prevenir los anacronismos usuales en la vieja tradición neokantiana de historia de las ideas (Friedrich Meinecke, Arthur Lovejoy).

En El concepto de Estado y otros ensayos, junto a Elías Palti hemos reunido textos de Reinhart Koselleck con la intención de mostrar cómo la investigación histórica y el análisis teórico enriquecen mutuamente su obra y hacen posible elaborar perspectivas innovadoras. De esta manera, su trabajo arroja luz sobre aquellos aspectos clave de los procesos históricos que no alcanzarían a percibirse en los relatos tradicionales que ignoran la dimensión conceptual involucrada en ellos. Hemos divididos los textos de Koselleck en dos partes, precedidas por sendas introducciones que ayuden a quienes quieran conocer el pensamiento de este autor central para la historiografía contemporánea.

En “Historia conceptual e historia social” (texto incluido en Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos) Koselleck señala que la Historia Conceptual fue en su origen “una crítica de la historia de las ideas, en tanto que estas se mostraban como constantes que solo se articulaban en diferentes contextos sin modificarse esencialmente”. Pero su propuesta no se agota en esto, sino que por este medio busca arrojar luz sobre un fenómeno fundamental como fue, para él, la gran mutación cultural que se produjo entre 1750 y 1850, período que Koselleck denomina “Sattelzeit”. Según afirma, las transformaciones conceptuales entonces ocurridas contienen la clave para comprender el origen y el sentido de la Modernidad. El supuesto aquí implícito es que las transformaciones operadas al nivel del lenguaje no solo son expresivas de cambios operados en terrenos más vastos, sino que son, hasta cierto punto, determinantes de los mismos. Y los modos de conceptualizar los sistemas de relaciones sociales no serían ajenos a las formas en que éstas se articulan en la realidad. Los conceptos, asegura Koselleck, son índices y factores a la vez de las conexiones estructurales en la historia. Así, la historia conceptual y la historia factual (política, social), el análisis del lenguaje y de las realidades extralingüísticas, lejos de ser extrañas o incluso mutuamente contradictorias, se reenvían permanentemente una a la otra e iluminan de forma recíproca.

Por otra parte, Koselleck construyó una nueva concepción de la Historia, en una genealogía que remonta a Droysen y, más allá a Kant, que envió la Historia tradicional de origen positivista al armario de antigüedades. En el corazón de la Historia Conceptual se halla una premisa: la historia no se despliega en un tiempo singular, natural, cronológico, sino en tiempos diferentes. Tiempos que sin embargo coexisten porque en cada estructura histórica intervienen sedimentos temporales y semánticos con temporalidades propias y desplazamientos. Esa coexistencia permite liberarnos de la artificial dicotomía sincronía / diacronía. Se entienden así dos postulados de Koselleck: (a) los conceptos no tienen historia sino que contienen historia, (b) las palabras pueden definirse, los concepto no: son inevitablemente polívocos.

Esta verdadera inyección de historicidad permite que las premisas de la Historia Conceptual, lejos de ser operatorias sólo en la historia europeo-occidental, funcionen en la investigación de cualquier otra historia, inhibiendo al mismo tiempo toda tentación esencialista, teleológica o eurocéntrica. Esa misma obligación de tomar en consideración la historicidad de los conceptos construye un plano continuo, interdisciplinario, de análisis, en el que confluye el conjunto de las ciencias llamadas humanas o sociales

*El autor brindará el nuevo seminario de Doctorado en Ciencias Humanas “Introducción al pensamiento de Reinhart Koselleck”, que inicia el 4 de octubre. Más información aquí.

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Nota actualizada el 22 de septiembre de 2021

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