Lorca y la Alhambra de Granada son dos referencias inexcusables de la cultura andaluza y española, y sobre las que más se ha escrito y tratado, sin duda, aunque rara vez se ha reflexionado sobre el íntimo vínculo estético y
humanista, incluso místico, que mantuvo el autor granadino con el monumento nazarí y, en paralelo, con la poesía persa y árabe, las cuales encandilaron a Lorca desde su juventud por el estimulante panteísmo de sus conceptos y por
la belleza estética de sus imágenes. En los albores del siglo XX, cuando la Alhambra se abría al turismo y Granada era un “pequeño París”, como la llamó Manuel de Falla, su alumno y amigo, Federico, la transforma en un bullicioso
universo de amistad, encuentros y creación artística, uno de cuyos hitos, el Concurso del Cante Jondo de 1922, organizado por Lorca y Falla, fue un auténtico revulsivo cultural. Sus viajes por España, Nueva York, Cuba, Buenos
Aires, Marruecos, ampliaron enormemente los horizontes lorquianos, pero su relación con la Alhambra y con lo “oriental” anidó a lo largo de su vida en su interior, afirmando en 1931 que “el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío, del morisco que todos llevamos dentro. Granada huele a misterio, a cosa que no puede ser y sin embargo es”. Trataremos, en fin, de contemplar a Lorca a través de la Alhambra y de ver la Alhambra con el corazón del mayor poeta granadino.

Biodata:
José Miguel Puerta Vílchez (Licenciado en Historia del Arte y Doctor en Filología Árabe) es Profesor Titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de
Granada.

Ha publicado los libros Historia del pensamiento estético árabe, Madrid, Akal, 1997; reed., Granada, 2018), La aventura del cálamo (Granada, 2007), Leer la Alhambra (2010; reed. 2015), La poética del agua en el Islam (2011), El sentido artístico de Qurtuba (2015), Un asceta en la corte nazarí. Los siete misterios de los sentidos, la imaginación y la creatividad (2016), entre otros. De su labor de traductor destacan las obras de Ghada Sammán, Beirut 75 y La luna
cuadrada (Premio Andaluz de Traducción 2008), y el ensayo de Adonis, Sufismo y surrealismo (2008). Fue también co-director y redactor de la enciclopedia Biblioteca de al-Andalus (Almería, 2002-2013). En 2017 fue nombrado Huésped de Honor de la Ciudad de Buenos Aires por la Comisión de Cultura de la Legislatura de la capital argentina.

seminario de hermenéutica y espiritualidad