Dirección de Género y Diversidad Sexual

Marzo, el mes de las mujeres en toda su diversidad

A partir del 8M, y transcurrido un año de pandemia, la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la UNSAM se propuso visibilizar testimonios de mujeres que enfrentaron este tiempo forjando redes de cuidado. ¡Conocé todas sus historias!

La docencia, la gestación, el estudio y la permanencia en lo virtual, el acceso a la salud, la atención de las violencias de género y las dificultades de cubrir las necesidades básicas en el barrio son algunas de las experiencias que te contamos a partir del 8M y durante todo marzo en la UNSAM. En cada uno de los relatos, la dimensión de lo afectivo aparece como una respuesta a la incertidumbre y las dificultades que trajo la crisis sanitaria.

La pandemia puso los trabajos de cuidado en el centro de los escenarios político, social y de la salud. Una vez más, la escisión público/privado volvió a ganar protagonismo para las discusiones feministas y de la comunidad LGTBIQ+.

Al respecto, Ludmila Fredes, directora de la Dirección de Género y Diversidad Sexual (DGyDS) de la UNSAM, señala que la responsabilidad sobre la vida aún se encuentra feminizada: “Las mujeres siguen estando al frente de las tareas de cuidado, tanto dentro del hogar como en la esfera pública. La pandemia puso en el escenario actual el rol de los cuidados y el desafío de su corresponsabilidad, que implica la acción del Estado, el mercado, las organizaciones de la sociedad civil y los hogares. Y allí las personas cumpliendo roles de cuidado con independencia de los cuerpos, el género y sus estereotipos”.

Agradecemos a quienes nos relataron sus historias y abrieron virtualmente las puertas de sus casas, trabajos e intimidad. También a quienes desde las comunidades de la UNSAM y de San Martín nos permitieron llegar a ellas/es.

¡Te invitamos a conocer sus historias!

Historias del 8M en la UNSAM

Teresa: “En el territorio la primera preocupación no fue el COVID, fue comer”

Carol: “Justo cuando iba a anunciar mi embarazo a mis compañeros, llegó el COVID y nos mandaron a trabajar a casa. A los meses, en medio de la cuarentena me contagié Dengue”

Luisita: “Tengo 75 años y lo primero que lamenté con la cuarentena es no poder ir al PEAM (Programa de Adultos Mayores) Me faltan los abrazos y el cafecito después de clase”

Johana: “Hicimos un pacto, un simulacro de ‘normalidad’: No abandonar la búsqueda de excelencia de nuestra universidad”

María Sol: “Jugadora de básquet UNSAM y terapista ocupacional: Cancha y tesis dentro del living de casa”

Mónica: “Arrancamos cocinando 50 porciones, a los dos días eran 80. Llegamos a repartir hasta 350 porciones todos los días”

Daniela: “Reorganizar y balancear la vida personal con la laboral fue un desafío, pero creo que las mujeres podemos con todo”

Andrea: Soy consciente del privilegio que tengo al ser mujer profesional migrante, la pandemia me permitió estrechar lazos con mi familia y amigues en la distancia”

Araceli: “La pandemia vino a poner en evidencia, a quitar máscaras y a volver quizás más obscena una realidad ya conocida”

Jésica: “Tuve muchos momentos de bajón, por el encierro y la incertidumbre de la pandemia. Casi que no me recibo, quería dejar todo”

Ivana: “Construimos redes de contención para la población LGBT”

Lucía: “La excepción se fue transformando en una rutina cada vez más exigente. Y la fiesta se fue aguando”

Génesis Fiorella: “Muchas de las que hacemos tratamiento hormonal tuvimos que frenar nuestro tratamiento y las que iban a comenzarlo no pudieron porque los laboratorios no estaban funcionando”

Analía: “Me recibí de enfermera y mi primera experiencia laboral fue batallando en primera línea contra el COVID-19″

Aureliz: “Si antes era difícil sobrevivir, ahora es una lucha diaria para no sucumbir ante todas las adversidades que nos intersectan”

Adriana: “Los tipos de violencia no variaron: predominan las físicas, sexuales  y psicológicas.  Lo que sí varió es la complejidad de las situaciones”

Natalia: “Tenía fecha de parto para octubre y me contagié coronavirus en septiembre. Un embarazo en plena pandemia fue una experiencia, pero pude descansar y darle otro lugar a mi gestación, que trabajando de manera presencial no podría haber hecho”

Nota actualizada el 3 de mayo de 2021

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