Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Notas de tapa

Susana Larrondo, nueva decana del 3iA

La directora de la carrera de Ingeniería Ambiental fue designada decana del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental por el periodo 2020-2022 en reemplazo de Jorge Fernández Niello. “Que una mujer dirija un instituto de ingeniería me parece que está bueno porque les dice a las chicas que sean decididas y que tomen roles de liderazgo”, dice en esta entrevista.

Por Gaspar Grieco. Fotos: Pablo Carrera Oser

Ingeniera química de formación, Susana Larrondo es profesora de la UNSAM desde 2010 años y directora de la Ingeniería Ambiental desde 2012. Forma parte de la comisión de doctorado de la Escuela de Ciencia y Tecnología y a lo largo de su carrera ha formado a decenas de profesionales de grado y posgrado.

La flamante decana del Instituto de Investigaciones e Ingeniería Ambiental (3iA) cuenta con una extensa trayectoria en investigación y gestión en áreas de la ciencia donde no abundan las mujeres. Sus trabajos están orientados al desarrollo de nanocerámicos funcionales con aplicaciones en el diseño y construcción de celdas de combustible, y también a los procesos catalíticos ambientalmente sostenibles.

Durante su doctorado en la UBA trabajó en el Laboratorio de Procesos Catalíticos, hoy conocido como Instituto de Ingeniería del Hidrógeno UBA-CONICE; dirigió el Departamento de Ingeniería Química en la UBA y hoy dirige grupos de investigación en el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), del Ministerio de Defensa de la Nación.

¿Qué siente con esta designación?

Me siento muy honrada y reconocida, pero también con una gran responsabilidad porque es un instituto que funciona muy bien. El doctor Fernández Niello lo hizo crecer muchísimo. La vara está puesta muy alta y ahora hay que trabajar para mantener todo esto y hacerlo crecer aún más. 

Teniendo en cuenta el desarollo del instituto en estos años, ¿cuáles son expectativas y desafíos como decana?

Básicamente, sostener la integración del 3iA a la UNSAM y definir una visión acordada por la nueva estructura que recientemente se aprobó a través del estatuto modificado por el Consejo Superior. Hay una etapa de transición que hay que llevar adelante y eso es un desafío muy grande, porque hay que lograrlo de una manera eficaz y eficiente para todo el sistema. 

¿Cómo imagina al 3iA a partir del nuevo estatuto?

Existen unidades académicas que tienen carreras a cargo y pueden alojar institutos dentro de su constitución, y también están los institutos de doble dependencia. Nuestro instituto no cumple con ninguna de las dos figuras. Tenemos parte de una carrera a cargo, como es Ingeniería Ambiental —compartida con ECyT—, y tenemos que definir esa nueva inserción dentro de lo que propone el nuevo estatuto que trata de dar una organización más moderna, eficaz y eficiente de la Universidad. Tenemos que definir eso y quizás esa sea la tarea fundamental que me toca. Lograr esa visión compartida con todos los integrantes para hacer una propuesta superadora. 

¿En qué consistió su trabajo en CITEDEF?

Yo ya había terminado mi doctorado y estaba trabajando en una línea de materiales cerámicos para celdas de combustibles de óxido sólido y me llamaron porque había que liderar el grupo de CITEDEF que se dedicaba a una temática similar. Entonces entré a trabajar con ellos dirigiendo a ese grupo en el año 2011. Hoy sigo trabajando en esa temática y he formado a mucha gente de grado y posgrado. Además, desde el año 2017 dirijo la INIDEF (Unidad Ejecutora de doble dependencia CONICET-MinDef), lo cual es un honor.

Teniendo en cuenta los datos que muestran que las mujeres representan solo el 20% de la matrícula de estudiantes de ingeniería, ¿usted sintió algún trato diferencial durante su carrera por ser mujer?

Sí, eso ha existido sobre todo años atrás. Cuando yo cursaba eso se veía mucho, pero afortunadamente la sociedad va evolucionando. Yo creo que hoy la inserción es completamente diferente. En Ingeniería Ambiental tenemos un gran porcentaje de mujeres estudiando. Las mujeres se plantan de otra manera a los nuevos desafíos. Eso se trasmite y las personas nos comportamos como la sociedad nos va enseñando. No he sentido discriminación por parte de mis compañeros. Pero sí de algunos profesores que no prestaban atención a mis intervenciones o no las valoraban. Esas cosas pasaban, pero nunca me sentí desvalorizada ni desmotivada.

¿Qué importancia le otorga a que una mujer sea decana de un instituto de ingenierías?

Me parece que está bueno porque les dice a las chicas que pueden dirigir institutos y laboratorios. Que sigan adelante con empeño, que sean decididas y que tomen roles de liderazgo. Creo en las instituciones académicas la discriminación hacia la mujer ha disminuido bastante. Quiero destacar que en la UNSAM se le da mucha importancia al rol de la mujer, de hecho hay muchas mujeres decanas y en roles destacados. 

En 2014, la presidenta Cristina Fernández dijo que el país necesitaba más ingenieros y químicos para solventar una industria con valor agregado. Luego cambiaron las prioridades y el sistema científico se desfinanció. ¿Qué cree que necesita el país para avanzar en la industria luego de la pandemia?

Sin dudas se necesitan más ingenieros. Los ingenieros son quienes están preparados para afrontar cosas nuevas, para crear cosas nuevas, desarrollar cosas que no existen, procesos que no existen. Para tener un desarrollo tecnológico necesitamos más ingenieros. En función de la cantidad de habitantes que somos tenemos muy pocos. Hay otros países que tienen mucha mayor cantidad de ingenieros por habitantes.

¿En qué área?

Ambiente es un área estratégica para el país. Tenemos un territorio muy grande y tenemos la oportunidad de usarlo correctamente. Hay zonas donde se ha usado mal el territorio, donde se han establecido mal las industrias y las poblaciones y no se han tenido en cuenta los cuidados necesarios para proteger la biodiversidad de los entornos. En todo el desarrollo tecnológico necesitamos más ingenieros, porque hay mucha diversidad en las áreas que tenemos para desarrollar.

¿La Argentina tiene las capacidades para desarrollar una industria química fuerte y sustentable?

Yo creo que tiene las posibilidades y capacidades para dar inicio a eso. Después es algo que tendremos que sostener en el tiempo, pero podemos dar inicio al desarrollo de una industria química con tecnología propia. Tenemos que sustituir muchas importaciones de las que dependemos sin necesidad de tanta dependencia. Se vio con los barbijos ahora. Por qué esa necesidad de importar barbijos con la industria textil que tenemos… 

Esta situación de pandemia y aislamiento social está mostrando las evidencias de un deterioro ambiental en todo el mundo. ¿Cree que este escenario puede ser un punto de inflexión para la adopción de políticas ambientalmente más sustentables?

Yo creo que sí, porque sobre todo hace tomar conciencia a nosotros, los ciudadanos de a pie, de cosas que tal vez sospechábamos pero al acceder a más información y ver las consecuencias ahora nos damos cuenta. Yo creo que las decisiones ambientales muchas veces son de abajo hacia arriba. La sociedad reclama un ambiente mejor y mayores cuidados a la biodiversidad. Cuando empieza el reclamo social, los dirigentes tienen que escucharlo y tomarlo en cuenta. Se pueden dar esos cambios. Va a llevar tiempo, pero se pueden avanzar.

Nota actualizada el 10 de junio de 2020

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