Escuela de Política y Gobierno

Afrontando con humanidad el tiempo que nos toca

En el marco de la cátedra de Política Educativa, seis estudiantes de la Licenciatura en Ciencia Política y de la Maestría en Políticas Públicas y Gerenciamiento del Desarrollo reflexionaron sobre la educación en el contexto de la pandemia. Nerina Visacovsky, profesora a cargo del proyecto, nos cuenta la experiencia y presenta los trabajos de las/os alumnas/os.

Por Nerina Visacovsky

El año 2020 va a quedar en nuestra memoria como un hito singular: “el año de la pandemia del coronavirus”. Pero también, el año en que las escuelas y universidades cerraron. Hagamos una breve crónica. Entre diciembre y enero comenzaron a llegar noticias de una nueva enfermedad producida por un virus, detectada en Wuhan, una ciudad china con 11 millones de habitantes, y de la que pocos sabíamos. Rápidamente las informaciones disponibles dieron cuenta de una incesante propagación mundial de este virus, el Covid 19, o coronavirus. El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó que esta situación adquiría un estado de “Pandemia”[1]. La expansión de la virosis afectó prácticamente a todos los países en aspectos sanitarios, productivos y sociales que nos traía resonancias de narraciones apocalípticas, épocas de pestes, distopías y ciencia ficción. Una realidad inimaginable.

En la Argentina, el lunes 16 de marzo se interrumpieron las clases en todos los niveles educativos. Siguiendo las recomendaciones de la OMS y los científicos, el jueves 19 de marzo, el presidente Alberto Fernández anunció una medida extrema: el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (A.S.P.O) o “cuarentena” por quince días. Entonces se cerraron comercios, actividades de todo tipo y se prohibió la circulación sin autorización, entre otras disposiciones. Tuvimos miedo y vimos algo inédito: el país se detuvo, las ciudades se vaciaron. Luego, sabemos como siguió esta historia: las cuarentenas se fueron extendiendo y los “quince días más” se sucedieron mientras la incertidumbre y el temor se instalaron en nuestras vidas. Mucho tendremos que reflexionar sobre este año, dónde perdimos 40.000 argentinos a causa de esta tragedia.  Pero aquí, en este trabajo, ponemos el foco en temas educativos y en nuestra propia experiencia universitaria como docentes y estudiantes de la Escuela de Política y Gobierno y de la UNSAM.

Cuando se hizo visible que el retorno no iba a producirse pronto, comenzamos a gestar una generalizada reconversión a la virtualidad para todos los niveles y todas las jurisdicciones, con el fin de sostener la “continuidad pedagógica”. De un día para otro, las y los docentes nos encontramos con la responsabilidad y las dificultades de este cambio abrupto. Las Universidades también se adaptaron a las nuevas modalidades y las lógicas del Zoom, el Google Meet y otras plataformas. Los problemas fueron demasiados y se potenciaron los que ya existían; desigualdades sociales, económicas, y tecnológicas; decisiones acerca de como adaptar materias y contenidos a distancia; evaluar aprendizajes; y podríamos seguir… “la clase en pantuflas”, como originalmente la tituló Inés Dussel, se instaló entre nosotros, cuando nadie imaginaba que esta situación sería tan larga y pronto llegaría “la clase en ojotas” …

Desde el Ministerio de Educación se lanzaron varios programas: la creación de portales educativos; producción y emisión de programación audiovisual o material impreso gratuito para distribuir. El Consejo Federal de Educación (CFE) trabajó en la gestión de nuevas normativas, cambiantes, plagadas de incertidumbres. Era imposible planificar a largo plazo, pero aún así, todos soñábamos con el “regreso a las aulas” y entonces trabajamos en protocolos, normas sanitarias, niveles de riesgo, “fases” y “semáforos”. Diferentes políticas públicas, pero, sobre todo, las de salud, debían articularse con la cuestión educativa.  La acreditación de aprendizajes; el bloque académico 2020-2021, la “no repitencia”, entre otros, fueron temas de discusión que no sólo quedaron circunscriptos a los ámbitos educativos, sino que fueron polemizados intensamente (aunque no siempre seriamente) en los medios de comunicación.

La cátedra de Política Educativa de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM, con su tradicional apuesta a las miradas complejas e interdisciplinares, modificó sustancialmente su programa para atender a este conflicto del presente; estudiantes y docentes investigamos; escuchamos a los especialistas, los discutimos; invitamos a los directivos de la Secundaria UNSAM; recorrimos diarios; buscamos testimonios; reflexionamos sobre este drama, que nos alejó más aún de la meta que compartimos con el recordado maestro Juan Carlos Tedesco: trabajar por una educación con Justicia Social en Argentina y América Latina.

Educación y Pandemia: aportes para pensar una nueva realidad es una compilación de la cátedra de Política Educativa. Participan estudiantes de la carrera de Ciencia Política y de la maestría en Políticas Públicas y Gerenciamiento del Desarrollo. Los trabajos que presentamos aquí son una selección, pero exponen el compromiso y el esfuerzo de los/as estudiantes.  En el primer capítulo, Annabella Andreatta y Melisa Melia explican en detalle como estuvieron funcionando las políticas públicas de conectividad para la educación en el país. En el segundo, María Soledad Pino se ocupa de explorar la internacionalización que esta nueva modalidad virtual ha traído para la educación superior y analizar sus impactos y posibles consecuencias.  En el tercero, los trabajos de Mariela Francos y Florencia Peraza se vuelcan a identificar los principales problemas para el nivel secundario. En el cuarto, Rubén Staciuk analiza en perspectiva histórica los desafíos para la Universidad en Pandemia. Por último, replicamos una entrevista al filósofo israelí Yuval Noah Harari (El País, 27/9/2020) que nos habla de la educación del futuro.

Esperamos que estos aportes sean útiles para seguir reflexionando frente a esta realidad tan incierta, dónde los conflictos no son nuevos, sino que se han potenciado a niveles alarmantes.  Como educadores, sin embargo, no podemos dejar de ser optimistas y seguir trabajando colectivamente, escuchándonos, forjando vínculos, afrontando con humanidad el tiempo que nos toca, y tratando de construir un mundo mejor.

 

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[1] La OMS detalla una cronología detallada sobre la expansión y las acciones del organismo, en https://www.who.int/es/news/item/27-04-2020-who-timeline—covid-19

 

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Nota actualizada el 23 de diciembre de 2020

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