Escuela IDAES, home

85 metros de cajas, 2165 entrevistas, 14500 fotos: El trabajo de la UNSAM con el archivo de Abuelas de Plaza de Mayo

Investigadorxs de la UNSAM, la UBA y el CONICET, trabajarán junto a miembros de la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo para preservar, digitalizar y catalogar su archivo institucional y generar una política de apertura de sus fondos documentales.

Por Gaspar Grieco. Fotos: Abuelas de Plaza de Mayo

Raquel Radio de Marizcurrena se levantaba todos los días bien temprano e iba a la sede de Abuelas de plaza de Mayo (Virrey Cevallos 592, CABA). Era la primera en llegar y la última en irse. Atendía los llamados telefónicos matutinos y organizaba el archivo bibliográfico. Con una minuciosidad casi obsesiva, seleccionaba cada recorte de diario, juntaba fotocopias de causas judiciales, fotos, elemento y cualquier documento relacionado con los bebés expropiados por la última dictadura cívico-militar. 

La noche del 11 de octubre de 1976, la Policía Federal entró a las patadas en la casa de Raquel y secuestró a su hijo Andrés y a su nuera Liliana Caimi, que estaba embarazada de cinco meses. Jamás los volvió a ver. Fundadora de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Raquel nunca dejó de buscarlos. Murió el 25 de noviembre de 2017 a los 87 años, sin poder abrazar a su nieto o nieta. 

El legado de Raquel y de todas las Abuelas sigue vigente gracias al trabajo de la Asociación Civil Abuela de Plaza de Mayo, que organiza el Archivo Biográfico Familiar, el Archivo Histórico Documental y la Biblioteca Institucional. Hoy, gracias a un convenio con el CONICET, investigadorxs de la UNSAM y la UBA trabajarán durante tres años junto con el personal del archivo para repensar, digitalizar, conceptualizar y catalogar los contenidos. 

“El proyecto fue desarrollado a raíz del pedido de colaboración de Abuelas de Plaza de Mayo ante los nuevos desafíos enfrentados por la organización en su política de preservación, catalogación, apertura y difusión de su patrimonio. Uno de los desafíos más importantes es el de preservar y difundir una documentación que es fundamental como legado a las nuevas generaciones de manera de continuar con la sostenida búsqueda de Abuelas. Además, se encuentra el reto de la apertura de los fondos para la consulta por parte de investigadores e investigadoras”, dice Isabella Cosse, coordinadora del proyecto, investigadora UBA – CONICET e IDAES, donde también es profesora.

Marcelo Castillo, coordinador del archivo de Abuelas, resalta la importancia de respetar el criterio iniciado por Raquel Marizcurrena para organizar el archivo: “Ella es la referencia ineludible del archivo y la que construyó la base sobre la que estamos trabajando. Respetamos su criterio, porque una de las cosas que nos preocupan del Archivo es que la profesionalización del mismo no pierda el carácter de singularidad de quienes lo construyeron, que son las Abuelas”. 

El proyecto no cuenta con un financiamiento específico desde el CONICET y el grupo de investigación, conformado por antropólogos, historiadores y sociólogos, trabajará por el mismo sueldo mensual que percibe desde el organismo. “Es un honor coordinar este trabajo y también una gran responsabilidad. Nos proponemos, antes que nada, pensar reflexivamente junto con quienes desde hace años vienen construyendo y sosteniendo el archivo de Abuelas, y aportar así desde nuestro propio lugar distintos elementos para abordar, repensar y conceptualizar el archivo y sus posibilidades, tanto para la construcción de conocimiento crítico como así también para la defensa y ejercicio de los derechos humanos”, cuenta Carla Villalta, investigadora del CONICET en la UBA y co-coordinadora del proyecto. 

El Archivo

Iniciado formalmente en 1998, el Archivo Biográfico Familiar de Abuelas de Plaza de Mayo cuenta con 2165 entrevistas orales a familiares, amigxs, compañerxs de militancia, vecinos y compañerxs de cautiverio de personas desaparecidas que tuvieron hijxs durante su secuestro. Además, tiene 14500 fotos tomadas a objetos y documentos, y fotos que tienen y conservan cada uno de los entrevistados. De esta forma, permite a cada nieto restituido conocer su origen y su historia.

El Archivo Histórico Documental tiene en su sede central un volumen de 85 metro lineales de cajas con documentos, entre los que se encuentran carpetas, denuncias, partidas de nacimiento, informes y planillas de recepción de datos, legajos, actas, causas judiciales resoluciones, correspondencia y cuadernos de viajes de las Abuelas desde 1976 a la actualidad. 

“Abuelas de Plaza de Mayo resguarda una documentación muy importante para la comprensión de la historia reciente de la Argentina y la región, y del movimiento de los derechos humanos, con importancia a escala nacional, regional e incluso global. En especial, resulta clave para el estudio de las modalidades que adquirió el secuestro y la apropiación de bebés, niños y niñas. Sus fondos, en ese sentido, son altamente sensibles por el valor probatorio que portan muchos de los documentos que los componen. En tal sentido, no sólo constituyen un patrimonio de enorme importancia para la memoria histórica dentro y fuera de la Argentina, sino también –y fundamentalmente- para la tarea aún inconclusa de localización de los más de 300 nietos y nietas desaparecidos y apropiados”, destaca Isabella Cosse.

En sintonía, Marcelo Castillo señala la “enorme diversidad” y “riqueza” del archivo y destaca la posibilidad de difundir y divulgar su contenido: “La idea es que esto funcione en forma pública para que cualquiera que quiera conocer el archivo lo pueda hacer. Las abuelas llevan 43 años esperando por sus nietos y tenemos que resolver aún 300 casos. Ese es nuestro objetivo principal”.

Ivan Fina es miembro de la Filial Rosario de Abuelas de Plaza de Mayo (Ver recuadro). Hermano de un nieto o nieta expropiado e hijo de padres asesinados, coordina junto a sus compañeros el Archivo Biográfico Familiar de la ciudad santafecina, donde realiza entrevistas a personas que fueron secuestradas por el terrorismo de Estado y a sus amigos y familiares. 

Ivan se muestra muy entusiasmado con el proyecto Abuelas-CONICET. “Yo amo el proyecto del archivo bibliográfico, al igual que todos los que trabajamos en él. Y este amor implica también que uno tenga mucho celo por este proyecto. Si bien tiene ese fin hermoso que hace a la transmisión al nieto sobre quienes eran sus padres, no deja de ser verdad que hay mucha información ahí que puede servir para reconstruir el perfil de una generación. Esto estuvo siempre en el horizonte, ver de qué manera lo que está ahí puede servir a un fin más grande para reconstruir algo de toda esa historia. Que puedan intervenir estas investigadoras es importantísimo por la posibilidad de abrir un poco este proyecto y que pueda seguir dando sus frutos”.

Castillo explica que para trazar un perfil de una persona desaparecida realizan entrevistas a decenas de personas. “En ese hablar opera su propio recuerdo, su propia experiencia de la que fue el Terrorismo de Estado, la desaparición, la búsqueda… Tiene una dimensión que sale de lo testimonial y permite entender cómo atravesó a las clases sociales en todo el país. Vos me estás contando tu recuerdo de esa persona que no está, pero para contarlo, me estás contando también quien sos vos y cómo te vinculás”, dice.

El archivo completo se encuentra en buen estado de conservación, al igual que la mayor parte de los registros principales de la historia argentina reciente. “Esto se debe a que ha existido un interés sostenido por la preservación y la puesta en línea de fondos documentales. Este interés se funda en el reclamo social y de los organismos de derechos humanos de memoria, verdad y justicia, como también en la expansión de un fructífero e interdisciplinario campo de estudios sobre la historia reciente y la violencia estatal que llamó la atención sobre la potencialidad de distintos fondos documentales para la comprensión de diferentes procesos socio-históricos. Sin embargo, aún es necesario fortalecer políticas públicas de gestión documental y de preservación y catalogación de archivos”, concluye Carla Villalta.

Ivan Fina: “Abuelas representa la posibilidad de encontrar a mi hermano o hermana”

El 10 de agosto de 1976, Víctor Hugo Fina fue asesinado por fuerzas de seguridad en su casa de la ciudad de Rosario. Su novia, Isabel Carlucci, fue secuestrada ese mismo día en su lugar de trabajo en la localidad de Capitán Bermúdez. Estaba embarazada de seis meses con fecha médica de parto para el 22 de noviembre de 1976. El primer hijo de la pareja, Ivan Fina, nació en 1975 y fue criado por sus tíos y sus abuelxs tras el asesinato de su padre y la desaparición de su madre. 

En junio de 2011, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el Equipo Argentino de Antropología Forense, fueron identificados los restos de Isabel. Su cuerpo había sido arrojado al río Paraná y días después inhumado como NN en el cementerio rosarino de La Piedad.

Hoy, Ivan busca a su hermano o hermana y milita y trabaja en la filial rosarina de Abuelas de Plaza de Mayo.

¿Siempre supiste de la existencia de tu hermano o hermana?

Me fui enterando de ciertos detalles a lo largo de la vida, pero siempre supe que las personas con las que vivía no eran mis padres. Yo conservé mi nombre y apellido y me crié con mis tíos y abuelos, más concretamente con una hermana de mi mamá y su marido. Ellos de a poco fueron interiorizándome en toda la historia. Fue sabiendo a medida que fui creciendo, pero siempre supe, sin necesidad de que me lo digan, que las personas con las que estaba no eran mis padres y mi apellido estaba como testimonio. Antes de la adolescencia me enteré que tenía un hermano o hermana.

¿Cómo podrías definir todos estos años de lucha y búsqueda?

Ese camino me lo da Abuelas. Es una búsqueda que si la planteás de manera singular no sabés qué hacer. Abuelas me da la posibilidad de, mientras busco a mi hermano o hermana, ir buscando también a las hermanas o hermanos de mis compañeros, a los nietos. Esa es una de las herencias principales que han transmitido las Abuelas: que esta es una búsqueda colectiva. La búsqueda de mi hermano o hermana es la misma que la búsqueda del resto de los chicos… que ya no somos tan chicos. Si las Abuelas no se hubieran organizado, la historia sería diferente. Sin duda. Uno entiende esto inmediatamente, es una búsqueda colectiva, lo cual es la cuestión más valiosa de la lucha de Abuelas.

¿Qué significa Abuelas para vos?

Abuelas representa la posibilidad de encontrar a mi hermano o hermana. Sin esta organización hubiera sido imposible avanzar. Después, yo elegí participar más cotidianamente de la institución. Para mi Abuelas representa el punto en el que se encuentran militancia y trabajo. Es una elección que tomé y me da satisfacciones todo el tiempo. A partir de ahí empieza a significar un montón de otras cosas. Es una enseñanza y un desafío permanente. Estar en compañía de estas mujeres es una cosa maravillosa y es un desafío porque uno siente que tiene que estar a la altura. Al menos de poder continuar con su lucha con cierta dignidad. 

Nota actualizada el 16 de noviembre de 2020

No están permitidos los comentarios.