“Estos cien días de gobierno han puesto en jaque al sistema político brasileño. Hay dos jugadas posibles. La primera es que Bolsonaro empiece a negociar con su base y consiga aprobar la reforma jubilatoria. Esta salida oxigenaría al gobierno, dándole mayores condiciones políticas de terminar su mandato satisfactoriamente. La otra es que la autofagia en curso aísle al Ejecutivo al punto de paralizar totalmente al gobierno”, escribió la politóloga.

Nota completa, acá.